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28 de mayo de 2021 08:44

La Colón desempolva tesoros

Las casas están en calles como la Colón, 9 de Octubre, Paéz, Versalles, Santa María y Cordero.

Las casas están en calles como la Colón, 9 de Octubre, Paéz, Versalles, Santa María y Cordero. Fotos: Cortesía IMP

Betty Beltrán

El Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) está en plena tarea de registrar 70 bienes inmuebles del barrio La Colón con la finalidad de incluirlos en un listado de edificaciones patrimoniales.

Un proceso similar se concretó, hace unos meses, en su vecina La Floresta.

Solo es cuestión de caminar por la calle principal y algunas de sus intersecciones para observar algunas casonas icónicas de este sector del norte de Quito.

A todas a las que se les puso el ojo desde el IMP tienen arquitectura historicista (que busca reproducir estilos pasados) o neocolonial. Algunas de ellas también presentan un estilo californiano, según explican los expertos.

La iniciativa tiene un objetivo, admiten en el IMP: evitar que alguien intente derrocarlas amparado en que los inmuebles no tienen un régimen de protección especial.

Por eso, el IMP está empeñado en evitar estas pérdidas del patrimonio de la urbe, dice su director ejecutivo, Raúl Codena.

Agrega que al momento se sacan fichas a los 70 predios que se han ubicado. Luego, esos expedientes serán enviados al Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) para que los validen y, entonces, hacer la declaratoria patrimonial del barrio La Colón.

Este sector que está por las inmediaciones de la Universidad Central comenzó a consolidarse por la década de los 40 y 50 del siglo pasado, justo cuando “la gente salía del Centro Histórico y se asentaba por los alrededores para hacer sus casas o villas señoriales”, apunta Codena.

Sin embargo, por los años 20 ya contaba con La Circasiana, un predio icónico (en las actuales avenidas Colón y 10 de Agosto), levantado por pedido de Jacinto Jijón y Caamaño, el primer alcalde de Quito elegido por votación popular.

En la actualidad, en La Circasiana, funciona el INPC y el Archivo Histórico de la Ciudad.

Para esa época eran pocas las enormes mansiones que adornaban el lugar, menciona Patricio Guerra, cronista de la ciudad.

Donde sí había más viviendas de alto vuelo era en El Ejido, La Mariscal, La Floresta y la Ciudadela Larrea (en el sector que hoy es más conocido como Santa Prisca); el último límite norte de la urbe era, en ese entonces, La Colón.

El florecimiento de esta última franja se dio, apunta Guerra, a partir de la década de los 40.

Para 1942 llegó a la capital Jones Odriozola, quien tenía el encargo de hacer un plan urbanizador. Planificó un norte residencial, un centro administrativo y un sur obrero industrial. Por falta de dinero, el plan quedó en papeles.

Poco a poco, anota Codena, se irá haciendo el levantamiento catastral de los inmuebles de La Colón, posteriormente se harán las verificaciones para incluirlas en un régimen de protección especial. Calcula que todo ese proceso debe estar listo en noviembre.

Luego, adelanta Codena, se hará el mismo trabajo en otras zonas de la ciudad; por ejemplo, en La Magdalena, La Mariscal, Villa Flora. La idea es proteger a esos barrios que tienen bienes que guardan la memoria y la identidad de Quito.

Para que este proceso tenga el apoyo que se requiere, se está gestionando con Catastro para aliviar el impuesto predial a quienes tienen un bien patrimonial.