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21 de diciembre de 2021 15:59

Comerciantes buscan acuerdos

Comerciantes autónomos buscan acuerdos con el  Municipio de Quito. Foto: cortesía

Comerciantes autónomos buscan acuerdos con el Municipio de Quito. Foto: cortesía

Andrea Rodríguez (I)

Una de las alternativas que se maneja para ordenar el comercio que actualmente se hace en las calles de Quito es trasladar a los vendedores ambulantes a otros espacios.

Milton Portilla, director de Mercados indica que, por ejemplo, en el parqueadero del mercado de la Ciudadela Ibarra ya se reubicó a 145 vendedores del Centro Histórico.

En el mercado Las Cuadras están otros 200 comerciantes que ocupaban espacios públicos en las ferias de la Gatazo y Santa Martha. Y en el parqueadero del mercado de Tumbaco fueron ubicados otros 185 trabajadores autónomos.

Edison Carillo, coordinador distrital de Comercio, dice que se ha previsto destinar USD 1 600 000 en el 2022 para mejorar la infraestructura en los mercados y acoger en ellos a los comerciantes no regularizados que quieran ir.

Carlos Caiza, presidente de la Federación de Trabajadores Autónomos de Pichincha (Fetap), propone que también se les permita utilizar los miradores de las periferias de Quito para activarlos con gastronomía y cultura. Él acude periódicamente a reuniones con personeros municipales.

En cambio, Johana Núñez vocera de la organización de trabajadores Asotrab, considera que es necesario primero tratar otros aspectos.

Uno de sus pedidos es que se realice un censo real de personas que laboran en las calles de Quito. Ella recuerda que las propias instancias municipales discrepan en si hay 3 000, 7 000 o 23 000 vendedores ambulantes en el Centro Histórico. Solo la Asotrab agrupa a 2 000 comerciantes informales.

La dirigente cita un estudio de Grupo Faro del 2020 que contabilizó 100 mil trabajadores ambulantes en Quito. Considera que sin un censo real no se puede abordar la problemática.

Por otro lado, Núñez dice que dentro de mercados y centros comerciales populares operan mafias que realizan cobros adicionales, lo que mermaría los ingresos de los comerciantes que allí se reubiquen.

Además, sostiene que se pretende que los vendedores autónomos trabajen en sitios inapropiados. Cita el caso del mercado del Comité del Pueblo, en donde incluso vendedores con puestos fijos salieron a trabajar a las calles, porque ese mercado está ubicado en una zona con mucha delincuencia.

La Asotrab presentó proyectos propios, de sitios que identificó para reubicarse: una carpa abandonada por un circo en el sector de Caupicho, también en el Parque del Tiempo de Chillogallo, en el parque de ingreso a Carapungo y en un predio ubicado en la avenida Naciones Unidas.

Núñez dice que, por lo pronto, los vendedores informales deberían ser identificados y no perseguidos: dándoles un chaleco, una gorra y un carné, para evitar que la delincuencia se infiltre entre ellos.

De su lado, la Agencia de Coordinación Distrital de Comercio detalla que 7 000 personas han sido capacitadas para acceder a la regularización y han receptado 4 600 solicitudes más.

Leticia Orbe, representante del Centro Comercial Nuevo Amanecer dice que su gremio apoya la regularización municipal de los vendedores informales.

Una encuesta realizada a 12 593 comerciantes autónomos en 32 parroquias urbanas de Quito mostró que apenas el 23% de ellos cuenta con el Permiso Único de Comercio Autónomo que todos deberían tener.