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29 de abril de 2020 11:39

La crisis activó la creatividad

Las aceras se han convertido en espacios para emprendedores

Las aceras se han convertido en espacios para emprendedores. Foto: Ana Guerrero / ÚN

Redacción Últimas Noticias

Reparación de bicicletas al paso, venta de protectores plásticos para la cara, trajes ‘tipo astronauta’, carretillas convertidas en tiendas y desinfección de carros y viviendas. La emergencia por el covid-19 y la crisis económica derivada de esta han despertado, una vez más, el ingenio de la comunidad capitalina.

A la voz de “venga le arreglo la bici”, un hombre instaló un puesto improvisado al filo del parque El Ejido, hacia el lado de la av. 10 de Agosto. Dos más le acolitaban para anunciar el servicio. Desde USD 1 iban los precios, para, por ejemplo, poner aire a las llantas.

El emprendedor como que ya veía venir la clientela. ¿No ve que en Quito, como una acción frente a la transición al distanciamiento, ya se implantan ciclovías emergentes para fomentar el uso de la bicicleta como medio de movilización seguro?

Será en 18 ejes transversales de la ciudad, que representan 25 kilómetros en los siguientes tramos: Los Eucaliptos, El Inca, Isaac Albéniz, Río Coca, Gaspar de Villarroel, Eloy Alfaro y Vaca de Castro, entre otros.

La crisis también hizo que la seguridad se vuelva un negocio. En la av. Jorge Garcés, en el Comité del Pueblo, una mujer se lanzó a vender trajes ‘tipo astronauta’. Que son de buena calidad pregonaba, de todas la tallas y en varios colores. A USD 7 y 8 ofertaba el producto. Que hay que estar listos para dar pelea al virus.

Claro que ese barrio del norte no es precisamente el ejemplo de la precaución, pues en esa misma vía se arma tuca feria con todo tipo de productos, sin acatar medidas de seguridad más allá del uso de la mascarilla.

Y hablando de cubrirse la cara, una mujer aprovechó la necesidad de resguardarse del covid-19 para vender protectores plásticos no solo para la nariz y la boca, sino para todita la cara. Desde USD 1 vendía el artículo. Y para que los clientes se convencieran del producto, ella mismo servía de modelo.

A unos metros de la mujer, se distinguían al menos tres carretillas que se volvieron quioscos ambulantes. Productos de limpieza y alimentos copaban los puestos improvisados.

En el sector de Las Casas, en cambio, el fin de semana le ofrecían, con volantes y todo, el servicio para desinfectar autos y domicilios. Hasta con la colocación de extracto de eucalipto ofertaban el combo de limpieza. En el caso de los carros, el paquete costaba USD 1.

Pero en medio de la crisis y la necesidad de tener ingresos, de la manito va el incumplimiento de las medidas de seguridad. Recuerde que para cualquier actividad se requiere mantener una distancia de bajito dos metros y se mantiene la restricción de uso del espacio público. Solo pueden atender locales que expendan artículos de primera necesidad, para evitar cualquier peligro de aglomeraciones.

No obstante, eso no se cumple por completo. De ahí que la intendenta de Pichincha, Daniela Valarezo, dio cuenta de que entre el 12 de marzo y el 27 de abril, con corte a las 11:00, se realizaron 1003 operativos, en los que se controló 7 649 establecimientos: tiendas, licorerías, supermercados, distribuidoras de insumos, gimnasios, teatros, cines, farmacias, iglesias, parques, etc.

Los operativos dejaron 24 locales clausurados: 10 restaurantes, un bar karaoke, dos billares, un bar, tres licorerías, cuatro tiendas y un ‘night club’. Se suspendieron 106 eventos, y 13 personas fueron detenidas por especulación de precios.