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6 de julio de 2018 09:10

Un SOS por la Banda Municipal

Durante los repasos, los integrantes de la Banda Municipal de Quito tienen que hacer malabares para interpretar un tema actual; les falta personal. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Durante los repasos, los integrantes de la Banda Municipal de Quito tienen que hacer malabares para interpretar un tema actual; les falta personal. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Betty Beltrán
(I)

La Banda Municipal luce un poquito mocha y no por falta de talento sino porque el número de sus integrantes ha disminuido con el pasar de los años.

La noticia fue socializada ayer, 5 de julio del 2018, en plena reunión del Concejo Metropolitano de Quito, justo cuando se le hacía un reconocimiento por sus 85 años de vida. Allí, por su cumple, le inscribieron en la lista del Patrimonio Inmaterial de la ciudad.

Antes eran 74 músicos. Hoy son 36. El problema que atraviesan los ‘trompuditos’ es bien serio, de ahí que en cada presentación van perdiendo sonoridad, dicen ellos. Tanta que para el concierto de gala que hoy, 6 de julio, ofrecerán, desde las 19:30 en el Teatro Capitol, tuvieron que pedir “refuerzos”.

El poco margen de maniobra les tiene agobiados, admite Óscar Aymacaña, director de la Banda Municipal. Y agrega: “Solo falta que un compañero se jubile y ahí sí no tendríamos cómo salir a las presentaciones”. Todo porque “ya no tenemos percusionistas”.

Tampoco flautistas, los clarinetistas se han jubilado y no han sido sustituidos. Antes eran 12 clarinetes, ahora suman solo 7. Y la parte técnica recomienda que por cada trompeta debe haber tres clarinetes.

Con eso, cada vez, la banda pierde poderío. Y no se puede interpretar temas más actuales. Para el concierto de gala de hoy contrataron a cuatro especialistas: dos flautas y dos clarinetes. Con ello se intentará, más o menos, ofrecer un equilibrio sonoro.

Aymacaña recuerda que otras instituciones, al contrario de ellos, se han fortalecido en los últimos años. Y puso un ejemplo: la banda de los Bomberos está con 70 personas y en un mano a mano, con toda seguridad, los ‘trompuditos’ quedarían sonoramente muy pequeños.

Los instrumentistas que actualmente tiene la Banda Municipal de Quito podrían salir bien, a cortos y a remiendos, en una retreta; pero para un gran concierto se quedarían limitados, pues para ello necesitan de flautas, saxofones, percusión, tenores altos…

Clarito está: la crisis se profundiza en la línea melódica y en la percusión. Y para solventar en algo el vacío, a un tubista tuvieron que ponerle en la percusión. No hubo de otra.

Encima de estos líos, se suma el de los sueldos que perciben los integrantes de la Banda. Como están dentro de la categoría de servidor municipal 4 reciben USD 600, menos los descuentos de ley les quedaría algo más de USD 500. Tampoco hay una reclasificación del personal.

Por esa razón, admite el Director, los artistas prefieren poner sus carpetas para otras instituciones. Y la Banda se va quedando en completa orfandad.

El bus que los traslada también merece atención. La unidad está obsoleta y necesita una revisión técnica urgente. No vaya a pasar un “Dios no permita”.

Estos pedidos ya fueron realizados, con oficios, a la Alcaldía. Aún esperan una respuesta, comenta Aymacaña. Por eso se armó de valor y en pleno seno del Concejo pidió, una vez más, que se acuerden de los pedidos de la reconocida Banda Municipal. Y que ahora, encima, es patrimonio inmaterial de la ciudad.