placeholder
Las Últimas
11 de julio de 2019 17:16

Cuadra de cometas en el centro

Las cometas se venden desde USD 1 hasta 2. Hay diversidad de modelos. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Las cometas se venden desde USD 1 hasta 2. Hay diversidad de modelos. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Redacción Últimas Noticias

Las aves de papel abundan en estos días en toda la ciudad, pero sobre todo en el sector de El Tejar. ¿No ve que los guambritos ya están en vacaciones y de ley que tienen que volar una cometa, aunque sea las chinas?

En la cuadra de la calle Olmedo, entre Imbabura y Mires, abundan estos juguetes hexagonales. Y las ventas se multiplican en cada local de este sector del Centro de Quito.

Hay de todos los modelos: águilas, halcones, búhos, lechuzas, mariposas y hasta payasos y aviones. No faltan los dibujos animados: Hello Kitty, Dragon Ball, Bob Esponja, Avengers, incluso princesas, sirenas...

El precio está al alcance de todo bolsillo: la más guagüita, la de 45 centímetros, está en USD 1; y la más grande, aquella de 1,20 metros, se vende en USD 2,50. Encima le regalan 10 metros de hilo nailon, para elevarla al cielo y hacerla sonreír sin pausa.

Pero de ley los guambras necesitarán otros 20 metros de hilo. Del rabo no se preocupará, que ya viene incorporado en la cometa. Este artilugio nació en la antigua China, allá por el año 1200 a. C.

Si no le convence ninguno de esos modelos, la opción es hacer su propia cometa, y de paso comparte con la familia. ¿No ve que esa tradición forma parte de aquellas tareas que de ley se hacían en el período vacacional?

Una vez que tenga su juguete, facilito hacerle volar en pleno Panecillo. Allí, el pasado año, se armó un concurso de cometas artesanales. ¡A decidirse y a subir a la casa de la Virgen alada de Quito!

Amparito Mendoza, vecina del barrio Bermeo (en el sur), rememora que de guambra, antes de salir de la escuela, sus maestros se encargaban de ayudarles a hacer sus cometas.

Así que el último día de clases no solo se salía cargando cuadernos y libros, sino también a la cometa adornada con papel brillante y armazón de sigse. La hacían con papel periódico y de los trapitos de alguna ropa sin uso.