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2 de marzo de 2020 08:03

Seis positivos y contando...

En el Aeropuerto Mariscal Sucre, bomberos se sumaron al control. Foto: ÚN

En el Aeropuerto Mariscal Sucre, bomberos se sumaron al control. Foto: ÚN

Redacción Últimas Noticias

Nada de muchas ni abrazos y peor agarradas de manos en la misa. El agua bendita también toca cambiar con más frecuencia. Con medidas como estas se recibió al covid-19 en Ecuador. No ve que el sábado 29 de febrero del 2020 se dio la noticia del primer caso confirmado en el país. Y ayer 1 de marzo del 2020 ya iban seis y contando...

El primero fue de una mujer que llegó desde España. Los otros casos, según autoridades de Salud, son parte del círculo cercano de la primera. Los nuevos positivos de coronavirus, hasta ayer, no presentaban síntomas graves y estaban aislados en sus domicilios.

Las personas que hasta ayer se dijo estuvieron en contacto suman 177.
Apenas se supo la noticia de la primera afectada, volaron de las perchas las mascarillas, el alcohol y los geles. Algunos capitalinos peregrinaron por tiendas, farmacias y ferreterías.

Víctor Ramos fue uno de ellos. Acudió a un local tuco en la avenida Eloy Alfaro, luego de recorrer varios puntos y nada. Optó por llevarse las industriales.
Los empleados del establecimiento hasta se subieron a las perchas para buscar algún sobrante.

Más la locura para comprar las mascarillas y ayer casi nadie las usaba. En el Centro Histórico, unos pocos nomás. Unos optaron por ponerle alegría a la noticia y usaban cubiertas de tela con la imagen de una gran sonrisa.

Otritos fueron cubiertos a la misa en la iglesia de La Merced. Eso sí, el sacerdote se mandó un sermón reforzado sobre las medidas de prevención por el virus. De paso, anunció las disposiciones de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana sobre el tema: entregar la hostia en el momento de la comunión en las manos y no directamente en la boca, instalar medidas higiénicas en los confesionarios, etc.
Y clarito dijo el curita, toca lavarse las manos cada rato, sobre todo, si ha estado en sitios de concentración, como mercados y buses.

En San Francisco, la iglesia estaba repleta. Aun así, el fray Darío Hernández sí hizo notar que los domingos habitualmente hay más fieles. A la misa de las 10:00, no más de dos personas acudieron con mascarillas y en el momento de la paz se dieron la mano. Y eso que les dijeron que no.

En La Merced, en cambio, ya andaban gestionando para que a la misa del próximo domingo asista un profesional de la salud. Ese día hay ocho eucaristías.

Con la confirmación de casos en Ecuador, también se puso más ojo en los controles en el Aeropuerto Mariscal Sucre de Quito. Como en película, con un traje blanco, mascarilla N95 y gafas protectoras, paramédicos del Cuerpo de Bomberos se sumaron al chequeo. Claro que ya antes había personal del Ministerio de Salud, Secretaría de Salud y otras entidades.

Los paramédicos son el primer filtro para los pasajeros de vuelos internacionales. Claro que primerito les ponen alcohol en las manos y les entregan un volante con información sobre el covid-19, de la familia de los coronavirus.

Los bomberos se encargan de tomar la temperatura de los pasajeros con un termómetro infrarrojo. Este identifica la temperatura a través de las estructuras anatómicas básicas como mejillas y frente. Si la persona registra la temperatura superior a 37,5 grados toma la posta el personal del Ministerio de Salud.
Le realizan preguntas como el país donde inició el viaje, conexiones previas, destino final, síntomas en las últimas 24 horas: fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, diarrea, etc.