Nueve edificaciones patrimoniales reforzadas
En la esquina de las calles Espejo y Flores, en el Centro de Quito, el peatón detiene su andar para levantar su mirada al cielo. Unos andamios se han instalado frente a la iglesia del monasterio Santa Catalina de Siena.
Hace más de dos semanas, varias cuadrillas de obreros, con cascos y chalecos de seguridad, están encaramados en estas estructuras metálicas, para arreglar algunas fisuras en la emblemática edificación.
El mismo trabajo de mantenimiento estructural, a cargo del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP), se realiza en las iglesias, capillas y conventos del Centro Histórico. En la lista también están El Robo, Santa Clara, San Diego, La Concepción, Carmen Bajo, San Blas, El Belén y Santa Bárbara.
En la mayoría de esos monumentos religiosos, según el IMP, se aprecian fisuras menores en arcos y mampuestos. Por eso el trabajo.
Cada predio tiene sus problemas y particularidades, y se dará especial atención a los sitios más vulnerables, colocando refuerzos metálicos y realizando inyecciones de consolidación en elementos estructurales.