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28 de junio de 2018 09:02

Los tres regresaron para quedarse

Los cuerpos del equipo periodístico de EL COMERCIO están siendo velados desde ayer. Son tres espacios que los reciben. Foto: ÚN

Los cuerpos del equipo periodístico de EL COMERCIO están siendo velados desde ayer. Son tres espacios que los reciben. Foto: ÚN

Ana Guerrero
(I)

‘Es bueno saber que están con nuestro padre celestial. Gracias por hacer su trabajo con responsabilidad”, “Por siempre vivos en la memoria de quienes defendemos la paz”. Estas frases quedaron plasmadas sobre las imágenes de Javier, Efraín y Paúl, resguardadas por un lecho de flores, iluminadas por cirios blancos y morados. Ellos volvieron.

En papeles de colores, como lágrimas teñidas, pendiendo de una pancarta, se escribieron uno a uno los pensamientos de quienes acompañaron a “Los Tres” en la funeraria Memorial Necrópoli, norte de Quito.

Hasta ese lugar, donde amigos y familiares los esperaban, llegaron los miembros del equipo periodístico de EL COMERCIO, secuestrados y asesinados en la frontera con Colombia. Arribaron desde Cali, donde se corroboraron sus identidades.

Cobijados por la bandera tricolor, los féretros con los restos de Pistacho, Segarrita y Caramelito volvieron a su patria en un avión de la Fuerza Aérea Ecuatoriana.
Una caravana conformada por familiares, amigos y colegas acompañó a los periodistas desde el aeropuerto en Tababela hasta el edificio de Necrópoli.

Avanzaron por la Ruta Viva. El cortejo pasó y sobre los féretros descendieron globos blancos, rojos y azules. Fue la forma que encontró una familia -que aguardaba sobre uno de los puentes de la vía- para decirles adiós.

Tres espacios reciben a Javier, Efraín y Paúl. Foto: Armando Prado / ÚN

Tres espacios reciben a Javier, Efraín y Paúl. Foto: Armando Prado / ÚN

Cuando llegaron al segundo lugar donde serían velados -pues hubo una primera capilla ardiente en Cali-, se separaron por apenas unas horas. Los restos de Javier fueron colocados en una sala del primer piso; los de Efraín, en el tercero y los de Paúl, en el octavo.

Se distanciaron apenas unos metros. Pero, como durante estos tres meses, como cuando salieron de Quito a la frontera, como cuando los asesinaron sin respuestas, volverían a estar juntos. Descansarán uno al lado del otro, así será por deseo de los familiares, en el cementerio Necrópoli.

En la funeraria, como un llanto más, se escucharon las tonadas de un violín. Como si Roberto Carlos hubiera conocido a “Los Tres”, el violinista hizo sonar el tema del artista: Amigo. Para recordar que Javier, Efraín y Paúl aún tenían alma de niño.

Más tarde, el equipo periodístico fue llevado a las instalaciones de EL COMERCIO, en el sur de Quito. Allí, donde durante años se esmeraron por hacer un trabajo impecable, los despidieron sus compañeros, sus amigos, su eterna familia.