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24 de mayo de 2017 09:49

Mucha energía para Lenín

El taller de Luis Chandi Páez está por El Guambra. Allí, con música e incienso, hace los bastones. Foto: Patricio Terán / ÚN

El taller de Luis Chandi Páez está por El Guambra. Allí, con música e incienso, hace los bastones. Foto: Patricio Terán / ÚN

Betty Beltrán

No es cuestión de soplar y hacer botellas. Elaborar un bastón espiritual cuesta sudor, rezos, tiempo y dinero. Luis Chandi Páez, un tallador de la madera, es el duro de este tipo de trabajos.

El hombre de 58 años anda, durante estos días, a dos manos, dando los últimos toques al bastón que pretende entregar al nuevo presidente Lenín Moreno.

Es de guayacán, una madera que se emplea para aclarar pensamientos y conectar cielo-tierra. Esa vara se la encontró en unas lomas de Súa (Esmeraldas), y mide 80 centímetros de largo.

Tras ese hallazgo, vino la purificación del madero; se lo bañó en agua del mar, incluso en la laguna de Cube (ubicada también en Esmeraldas) y hasta en el río Caoni.

Solo así vino la tercera etapa: el tallado. La vara tiene una forma rítmica; en la parte superior tiene el rostro de abuelo y en la inferior, la cola de una serpiente. Las dos imágenes representan a la sabiduría, señala Chandi.

A lo largo de la vara se observan varios elementos: una estrella de cinco puntas, que es parte de la identidad de los quitus karas; también signos manteños (cruz); un colibrí, que es símbolo de paz y de fuerza. Incluso hay una cruz cuadrada con un círculo.

En el madero siempre se pone una intención; o sea, brindar fuerza y energía a la persona que será la dueño de ese bastón.

Y para conseguirlo, los dos anillos de plata (un metal transmutador de las malas energías) ayudarán con ese objetivo, al igual que las piedras que, de acuerdo al signo zodiacal de Moreno, serán colocadas: amatista y obsidiana.

Y mientras Chandi da los últimos toques al madero, fuma intensamente porque aquello ayuda a limpiar el lugar. La música de meditación y el incienso contribuyen para crear un ambiente de paz y tranquilidad.

Al final llegará la energetización. En este punto, el bastón de Lenín se lo llevará hasta las cascadas y volcanes cercanas a la provincia de Pichincha. Así manda el rito, así manda la tradición.

Por último vendrá la consagración del bastón cuando se realice la entrega oficial, dentro de un círculo. El lugar y la hora aún están por definirse, menciona Chandi. Y agrega: “estos bastones no son transferibles, porque son espirituales y en el mundo espiritual todo es individual”.

Él también elaboró el bastón espiritual que, allá por el año 2009 en la Chimba, recibió Rafael Correa. Aquella vara fue energizada en el nevado Cayambe y volcanes Chimborazo y Tungurahua.

Aspira que la entrega del preciado madero de Lenín sea planificada; así ocurrió con Rafael, pues mientras más reservada sea la ceremonia mejor será el resultado, señala. No es nuevo en este oficio: ya ha elaborado 12 bastones para otros mandatarios.