Fugas de agua por todo Quito
Las fugas de agua en las calles preocupan a los vecinos de distintos barrios de la capital. Y es que por tanto reclamo parece que ocurren en todo lado.
Juan Tixi es ingeniero civil y vecino de Carapungo. Él considera que una de las razones por las que los tubos subterráneos se rompen tan seguido en Quito es el mal estado de las vías.
El vecino dice que los autos caen en los baches y esos golpes provocan hundimientos que afectan las tuberías bajo tierra. Añade que el problema es recurrente en su barrio,en calles como la Río Amazonas.
En el otro extremo de la ciudad, en el barrio Santa Anita, al sur de la urbe, Manuel Aguas afirma que los vecinos están preocupados por una fuga de agua en la calle Oe5X, en la intersección con la Miguel Pontón.
La vía es muy transitada y se ha formado una piscina que impide cruzar la calle.
También en el sur, en el barrio Santa Rita hay fugas de agua en las calles aledañas a la parada de buses del sector. Galo Pallo argumenta que las unidades de las dos líneas de buses que transitan por la zona lo hacen a gran velocidad y afectan la calzada y los tubos de agua colocados a poca profundidad.
Algo similar ocurre en el redondel de El Calzado, donde una fuga de agua permanece sin atención desde hace una semana. En este sitio el agua oculta baches que no son vistos por los conductores de los vehículos y los peatones, poniéndolos en riesgo.
En San Juan, en cambio, los vecinos denuncian que una fuga de agua en las calles Río de Janeiro y Buenos Aires, lleva ya varios días.
Daniel Monroy vive en la calle Asunción, próxima al sitio de la fuga de agua; ella pide una solución. Dice que por la gran cantidad de líquido vital que se desperdicia incluso ha disminuido la presión con la que solía llegar el agua a las casas.
No se conoce exactamente cuántas fugas de agua hay al momento en el Distrito Metropolitano de Quito. Sin embargo, Othón Zevallos, gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps-Agua de Quito), cuenta que la empresa recibe alrededor de 400 denuncias de fugas de agua cada semana.
Estas denuncias, según la Epmaps, superan las 26 000 anuales. Zevallos dice que es una situación complicada porque hay que destinar ingentes recursos y cuadrillas de trabajo que tienen que dedicarse solo a estos arreglos.
Además, cree que los vecinos se quejan justificadamente porque la gran cantidad de daños impide que se los aborde de inmediato. Por eso hay fugas que pueden permanecer semanas y hasta meses en lista de espera y sin atención.
Zevallos asegura que se aguarda las próximas semanas para firmar los contratos respectivos con empresas externas. Esto permitiría atender las fugas y reducir la cantidad de daños acumulados.
Las compañías contratadas sumarán sus obreros a los trabajadores que realizan la tarea al momento.
El gerente revela que, actualmente, la Epmaps no tiene personal y maquinaria suficiente para reparar todas las fugas existentes.
Al momento la empresa logra arreglar alrededor de 200 fugas por semana. Se espera, según Zevallos, que a fines del próximo mes de marzo se puedan reparar todos esos inconvenientes que ocurren en Quito en un lapso de 24 horas luego de detectarlas, como máximo.
