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13 de mayo de 2020 12:35

Adrián Gabbarini se volvió un papá experto y un gran lavador de platos

El golero argentino, de 34 años, cumple su tercera temporada en el conjunto universitario. Es el capitán del elenco.

El golero argentino, de 34 años, cumple su tercera temporada en el conjunto universitario. Es el capitán del elenco. Foto: Archivo ÚN

Pablo Campos
Redactor (D)

Resulta difícil imaginarse a Adrián Gabbarini enojado o perturbado por algo. El golero argentino de Liga tiene una cortesía y una educación muy poco habitual en su medio.

¿Puedo seguir tomando mate?, pregunta el capitán de la ‘U’ antes del inicio de la última rueda de prensa virtual del equipo, antes de responder 18 preguntas planteadas por periodistas.

‘Gabba’ se acomoda, termo en mano y con el uniforme negro de concentración del equipo empieza a responder sobre su día a día y los entrenamientos en el confinamiento. El 16 de marzo, ‘Gabba’ actuó por reflejo y antes de aislarse en su casa en Cumbayá pasó por el complejo de Pomasqui y se llevó un par de mancuernas, cintas y colchonetas del gimnasio para entrenarse en casa.

Han pasado más de 50 días en los que apenas y se asomó afuera de su vivienda: solo dos viajes al supermercado y listo. El resto del tiempo ha pasado aislado junto a sus dos amores: su esposa Gimena y su pequeña hija Orianna.

La guagua, de un añito, es su razón de ser y la causante de las mayores alegrías durante el encierro: el pasado domingo ya dio sus primeros pasitos, justo en pleno festejo del Día de la Madre.

Optimista como es, Gabbarini dice que no todo ha sido malo en la cuarentena. Ha tenido mucho tiempo para ver crecer a Orianna o para tomarse un buen vino, de aquellos que la familia Gabbarini produce, con su señora. “El fútbol, por su dinámica, tiene tiempos complicados. Muchas veces estamos de viaje o concentrados y no tenemos tiempo para estar con la familia”, razona ‘Súper Gabba’.

El aislamiento ha sido un tiempo de reflexión. El argentino tiene 34 años y, si bien aún está con los reflejos de gato para volar de lado a lado en el arco, ya empieza a pensar en qué será de su vida luego del fútbol.

Una de sus primeras conclusiones es que sí extrañará la actividad. “Antes pensaba que no iba a extrañar el fútbol cuando me retire. Pero ahora, con todo esto de la cuarentena, lo he pensado bien y sí, sí voy a extrañar todo. Ahora mismo, si pudiera, estaría en Pomasqui en uno de los arcos, volando de lado a lado, puesto mis guantes”, sostiene con un dejo de nostalgia.

Un gran colaborador en el hogar

La cuarentena nos ha obligado a pasar horas y horas en la casa y a participar activamente de las tareas domésticas. Gabbarini dice que, en su caso, se ha vuelto un especialista en aquello de lavar la vajilla.

Eso sí, no ha permitido que le hagan videos mientras lava los trastos y tiene sus argumentos: “Luego, capaz y en un entrenamiento o en un partido se me escapa una pelota y me hacen gol y la gente me empieza a gritar: ‘¡Gabbarini, mejor anda a lavar los platos!”.

‘Gabba’ no duda en asegurar que es más fácil atajar un penal que hacer compras. Las dos veces que anduvo por el supermercado sufrió, porque antes participaba muy poquito en las tareas domésticas.

Ahora, ya no sale a hacer las compras, sino que se dedicó a los ‘delivery’ en el momento de adquirir productos para la casa. ¡Hasta publicidad les hace en sus redes sociales!

No descuida los entrenamientos, todos ellos vigilados por el cuerpo técnico y por el preparador de goleros, Luis Humberto Pretti. ‘Gabba’ disfruta de la familia, pero ya quiere volver a volar en las canchas.