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30 de enero de 2020 13:53

La Gasca, el barrio que no se dejó hundir

El barrio La Gasca, los moradores recuerdan una historia con un recorrido de más de seis décadas. Fotos: Ana Guerrero / ÚN

El barrio La Gasca, los moradores recuerdan una historia con un recorrido de más de seis décadas. Fotos: Ana Guerrero / ÚN

Redacción Últimas Noticias
(I)

Entre quebradas y bosques. La Gasca se formó con rellenos y mucha dedicación. En la historia de este barrio también hay un pasaje triste: un aluvión que cobró vidas. Pero se levantaron con más fuerza y hoy son un barrio céntrico y próspero.

Patricio Donoso, uno de los primeritos, da fe de que había hondonadas sin miedo. En principio se levantaron pocas casas, no más de 30. Muchas de ellas eran mediaguas. Varias familias se han ido ya. Y no olvida la imagen de los hornos de ladrillos.

La buena vecindad, pese al gran crecimiento del barrio, se mantiene entre los de antaño y algunos nuevos. Lo mismo pasa con vecinos de La Comuna, bien colaboradores.

Gabriela Sigcha, moradora del barrio aledaño, da fe de la buena relación. “Somos los mismos”, le dice uno de los ‘vecis’ de La Gasca. Y es que tienen coincidencias, no solo por el sector sino por aquellos días en los que les tocaba desvelarse por el agua.

Por eso, con una sonrisa, rememoran que son criados con agua de grifo. De chulla llave que por un largo tiempo hubo para abastecerse.

Pero así como los inicios fueron laboriosos, apunta Oswaldo Erazo, presidente de La Gasca, han progresado. Ahora es una zona comercial, con todos los servicios a la mano. Y las labores siguen para que el barrio siga desarrollándose.

Un camino con historia

Oswaldo Erazo Rodríguez, el dirigente actual del barrio, cuenta que La Gasca está rodeada y atravesada por calles llenas de historia.

Para muestra habla de la José Acevedo y Gómez, que se trató de un militar y político. Esta es uno de los sitios donde viven vecinos antiguos del sector y es un punto de encuentro cuando de ponerse manos a la obra se trata.

Ya sobre el nombre, el dirigente comenta que también hay un referente histórico, Pedro de la Gasca o también conocido como Pedro Lagasca, un español. Según cuenta, se trató de un religioso con dotes de diplomático e historiador, quien tuvo varios cargos en la época de la llegada de los coterráneos.

Además, el dirigente puntualiza que el barrio es parte de la parroquia Belisario Quevedo. Esta es una de las emblemáticas del centro norte de Quito.

El lugar emblemático

Tienen lugares emblemas en combo

Redacción Últimas Noticias (I)

La Gasca es un barrio al que los lugares emblemáticos le sobran. Hay desde una tuca universidad, pasando por colegios emblemáticos, iglesias, hasta una cancha.

Para los vecinos, cada uno tiene su importancia. La cancha de la calle Berrutieta, por ejemplo, rememora los inicios del barrio. Ahora esta se encuentra ‘guapeada’, y hasta nueva inauguración se llevará a cabo. No hay vecino antiguo que no tenga presente a los guaguas jugando en el lugar.

Desde la cancha hasta duras instituciones hay en La Gasca. Foto: ÚN

Desde la cancha hasta duras instituciones hay en La Gasca. Foto: ÚN

Hasta la actualidad llegan peques, por ejemplo, de un plantel educativo cercano. Claro que el panorama es distinto, hay juegos y espacios verdes renovados.

La poderosa Universidad Central no se queda fuera del recorrido de sitios emblemáticos. Aunque la historia de esta institución empezó en el Centro de Quito, llegó a La Gasca para quedarse en el imaginario de los vecinos.

Claro que de ley saben la historia de la Central, que se remonta a la unión de las Universidades San Gregorio Magno, fundada en 1620 por los Jesuitas, y la Santo Tomás de Aquino, en 1688 por los Dominicos.

En la zona también se encuentra el Colegio Juan Montalvo y el vecino Seminario Mayor. Este último, incluso, es un referente para el resto de los capitalinos.

Como dicen los vecinos, más de uno debe haber cuadrado un tope en el Seminario. Hasta rutas importantes de bus salen y llegan al sitio.

Vecinas pioneras en el barrio de Quito

El personaje


Redacción Últimas Noticias (I)

Vecinas de toda una vida, compañeras de mingas y hasta comadres. Yolanda Andrade, de 76 años, y Elvia Donoso, de 77, son dos moradoras emblemáticas del barrio La Gasca.

Ambas mujeres, de sonrisa dulce, llevan poco más de medio siglo en el barrio del centro norte de Quito. Llegaron cuando el lugar estaba rodeado por quebradas y el bosque era el mayor vecino.

Como en la mayoría de barrios de la capital, en La Gasca todo se fue levantando con esfuerzo y mingas. Yolanda y Elvia apoyaban con sánduches y jugos para aguantar las jornadas de antaño.

Yolanda y Elvia son vecinas emblemáticas. Foto: ÚN

Yolanda y Elvia son vecinas emblemáticas. Foto: ÚN

Yolanda también recuerda que su esposo tenía un volquete y apoyo para rellenar un espacio para establecer uno de los primeros espacios recreativos del sector. Los guaguas jugaban que daba gusto.

Ella tenía una tienda en el barrio vecino, en La Comuna. Tuvo el negocio por unos 15 años.

Elvia, en cambio, siempre se ha dedicado a las tareas del hogar. Y al igual que Yolanda, su madre tenía una tienda, en el barrio Las Casas.

Ambas son conocidas por los moradores, justamente, por ser de las primeritas. Pero no solo por la antigüedad, sino por ser calidad de vecinas, siempre colaboradoras. Elvia, además, es la dura de las platas, pues es la tesorera del comité barrial.

Viven a casa seguida. Claro que ya no en mediaguas. Ahora tienen guapas casas y ambas repiten: “Aquí moriremos”

La hueca

Un emprendimiento con sabor familiar


Redacción Últimas Noticias (I)

El sueño de tener un negocio nació en familia. Este anhelo, que surgió en el 2012, ya es toda una realidad y tiene dos sucursales. Se trata de Baco.mer, que ofrece comida variada y, además, una barra libre de jugos y ensaladas.

Nancy Collaguazo, una de las propietarias, recuerda que empezaron con el servicio de catering y entregaban, principalmente, pedidos a empresas y en distintos eventos.

Preparaban la comida en casa, en Llano Grande, siguiendo el legado de la mamá de la familia, Ignacia Sangucho. También participó en el sueño el padre del hogar, Jorge Collaguazo.

Baco.mer tiene un equipo de primera. Foto: ÚN

Baco.mer tiene un equipo de primera. Foto: ÚN

El primer local que abrieron, en el 2014, y que hasta la fecha se mantiene se encuentra en la av. La Gasca y Gaspar de Carvajal.

Nancy cuenta que, en principio, se lanzaron a ofrecer carnes a la plancha. Con el tiempo decidieron implementar desayunos y almuerzos. Todo rico y de buena calidad.

Lograron abrir otro local, en la av. De los Shyris e Isla Floreana, donde atienden el esposo y la hermana de Nancy, César y Sandra. Ahora hasta son generadores de empleo.

Si quiere comer rico, abren de lunes a viernes, de 07:00 a 18:00. Los sábados y domingos, de 08:00 a 16:00. En el menú hay platillos entre 2 y 6 dólares. Se encontrará con guapa decoración.

Además de ofrecer comida rica, Nancy motiva a los emprendedores a ser perseverantes e innovar.