La gesta de Villalobos no se olvida
Un día como hoy, el 21 de octubre de 1794, Mariano Villalobos se pegó la madrugada para colocar unas banderolas de tafetanes rojos en las cruces y plazas de Quito con la frase: “Seamos libres, consigamos felicidad y gloria. Salve cruz”.
Ese hecho fue catalogado como gravísimo por la corona española de entonces, por ser una clara manifestación pública y abierta de libertad, todo ello en pleno régimen colonial.
Fue detenido el ideólogo de semejante “ataque”, Eugenio Espejo; también acolitó Juan Pío Montúfar, quien pagó por el trabajo.
Desde hace 14 años ese hecho se recuerda permanentemente en la capital, gracias a la labor de los “Villalobos” contemporáneos, que inicialmente salieron de la familia Miño. Resulta que el médico e historiador Reinaldo Miño Baca propuso a los suyos recordar esa gesta, por ser el primer acto de lucha por la independencia, menciona su hija Natasha Miño Segarra.
Pero aquel 2004 hubo algunos inconvenientes y no se hizo nada; dos años después -en el 2006- falleció don Reinaldo y su familia se comprometió a cumplir con su deseo. Con el permiso de la Secretaría de Cultura colocó 12 banderas: en las siete cruces de la García Moreno; plazas de San Francisco y Sto. Domingo; Municipio; Hospital Eugenio Espejo y 24 de Mayo.
Aquel primer año, recuerda Natasha, las 12 personas encargadas de la misión se demoraron desde las 05:00 hasta las 08:30. Y en el bulevar de la 24 de Mayo, al pie del monumento a Espejo, hicieron un homenaje.
Hasta el 2009, la familia Miño lo hizo solita. Y en el 2010 el evento formó parte de las actividades del Centro Cultural Metropolitano y Museo Mena y Caamaño.
En el 2018 nació la resolución del Concejo para institucionalizar al 21 de octubre como el Día de las Banderas Rojas de Espejo y es de obligatoria recordación, explica Patricio Guerra, cronista de la Ciudad.
Para la edición de este año habrá un evento especial. El Cronista hablará de la trascendencia del suceso basado en documentación que el Presidente de la Audiencia de Quito de aquel entonces envió a España.
El Presidente trataba de minimizar el asunto diciendo que “aquello fue parte de unos espíritus sediciosos, que en Quito no faltan unos ociosos que se dedican a eso”. En las cartas de respuesta, España puso el grito en el cielo y dijo que esos acontecimientos son de suma gravedad y hay que dar con el autor, porque si queda en la impunidad podría producir levantamientos generalizados...
Adriana Sánchez, guía del Museo Mena y Caamaño, menciona que el evento de hoy, denominado ‘De pasquines a Facebook Live’, se transmitirá por redes sociales. A las 15:00 está previsto en @museodeceraAMC un video explicativo sobre la noche del 21 de octubre de 1794, cuál era su mensaje, su importancia en el siglo XVIII y cómo se afronta la protesta en el espacio público en la actualidad.
A las 18:00, el dramatizado ‘Banderas Rojas de Espejo: Misivas en el amanecer’, transmitido por Facebook Live @museodeceraAMC. A las 19:00, el diálogo “Las Banderas Rojas de Espejo: de pasquines a Facebook Live”
Desde el lunes se colocaron las banderas en las cruces de Santa Bárbara, La Catedral, El Sagrario, Compañía y Carmen Alto, en la Secretaría de Cultura y terminal Quitumbe, con la inmortal frase: “Seamos libres, consigamos felicidad y gloria.
