Los guaguas cantan en el Museo
Por estos días de vacaciones, los más pequeños de la casa llenan el Museo Escuela del Pasillo de Quito, ubicado en el edificio esquinero de las calles García Moreno y Bolívar (Centro de Quito).
Y para darles la bienvenida, el Ensamble de este repositorio de la música tradicional ecuatoriana les ofrece una demostración de los diversos géneros del país, justo en el primer piso, donde está el escenario de la cantina El Aguacate.
No solo eso, entre tema y tema, Paula Herrera, la vocalista de la agrupación, interactúa con los chicos y les explica que para identificar cada uno de los ritmos es necesario saber marcar con sus manitos. Y esa explicación se siguió con un lindo pasillo, con una bomba, con un sanjuanito, con un albazo…
Como se emocionaron tanto, unos muchachitos subieron al escenario y, junto al Ensamble del Museo, se pusieron a cantar ‘El Aguacate’; incluso bailaron con gusto. Todos se involucraron y, de alguna manera, se acercaron a los géneros tradicionales.
Estos encuentros se replican desde este martes, 9 de julio del 2019, y han tenido gran éxito que hasta tres grupos por día acuden al Museo. Y habrá más en estas vacaciones, pues estas visitas se harán hasta mediados de agosto.
Se han planteado estos encuentros con los peques porque la filosofía del espacio se apega a la frase del compositor Gustav Mahler: “La tradición no es la veneración de las cenizas sino la transmisión del fuego”. Algo que cada vez que puede repite el director del Museo, Mario Godoy.
Los pequeños pueden disfrutar de esta demostración musical después de visitar los espacios que tiene el Museo, el cual se inauguró el pasado diciembre.
Allí está, de entrada, una banda de pueblo, unos pasos adelante la escultura de Pepe Jaramillo que, dentro de un balcón costeño, arma una serenata.
A la vuelta están una cabina de radioteatro y el dúo Benítez y Valencia, bien guambritos, actuando en Radio Quito. Allí se miran los discos de pizarra, desde aquellos elaborados en el año 1910 y de los sellos La Favorita, Preciosa Récord y Víctor.
En el segundo piso del inmueble están los más grandes compositores e intérpretes del pasillo; y hasta una rockola hecha karaoke para cantar con el alma un lindo pasillo y sacarse una foto para el Facebook.
