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11 de septiembre de 2019 13:59

La guardiana del tesoro de la Universidad Central

María del Carmen Elizalde posa en su oficina llena de libros con historia. Foto: Betty Beltrán / ÚN

María del Carmen Elizalde posa en su oficina llena de libros con historia. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Betty Beltrán
(I)

No aparenta la edad que tiene: es juvenil y risueña. Ya cumplió 57 años y los celebró con total felicidad, se apura a decir María del Carmen Elizalde, responsable del Archivo General de la Universidad Central del Ecuador (UCE).

Nació en Ayapamba, un pueblo pequeñito del cantón Atahualpa (provincia de El Oro). Y es profundamente orgullosa de esa tierra; también es querendona, de ahí que cada año regresa a sus raíces. En esas vueltas, ella se siente feliz.

Casi toda su vida la hizo en Quito, pues a los tres años echó raíces en estos lares. Todo porque sus padres se enamoraron de la ciudad, cuando alguna vez la visitaron; y al volver al pueblo no dudaron en vender todo y hacer maletas para anidar en su nuevo hogar.

Primero llegaron al sector de la 10 de Agosto y Mariana de Jesús, luego por San Juan y finalmente, ya con casa propia, a la Rumiñahui. Sus padres tenían una tienda y, al fondo, el taller de sastre de su papá.

Era una guagua inquieta, que hasta un carro le atropelló. En otra ocasión se perdió y se ganó un fuerte llamado de atención de sus padres. El colegio lo hizo en dos planteles: Hipatia Cárdenas y De América.

Quiso entrar a estudiar Informática en la Politécnica, pero se casó y aparcó un rato sus estudios superiores. Cuando sus hijos estuvieron medios criados -el primero de 12 años y la segunda de 8 años-, retomó su vida académica.

Hace 23 años, cuando su esposo tuvo una trombosis, volvió a laborar e ingresó a la Facultad de Medicina. Se enroló en el Banco de Información Científica-Médica, una especie de biblioteca.

Al año de estar allí, a su jefa le propusieron la dirección de la Biblioteca General y la llevó porque eran bien amigas. Allí, María del Carmen comenzó a querer a los libros y estudió Bibliotecología.

Al poco tiempo, presentó una propuesta para modernizar el Archivo y pasó, hace 12 años, a trabajar en ese lugar donde se conservan las joyas bibliográficas de la UCE. De asistente pasó a la jefatura del lugar.

Para estar al día con ese mundo, hizo un posgrado en Archivología y Sistemas en Gestión Documental, así que su mundo son los archivos. Aquella área le apasiona, más cuando el fondo antiguo de la UCE se está rehabilitando.

Su familia es muy unida y siempre anda en cumpleaños, en paseíto. Y cuando pasa en casa, le entra con fe a la costura; hace poco implementó un pequeño taller en su departamento.

Con su manos hábiles, no duda en cocer sus prendas de vestir. También mete aguja en el ropero de sus nietas. Eso la relaja y es feliz.