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18 de julio de 2018 10:16

Los guardianes de la pelota

A los nuevos jugares les enseñan las reglas de este juego que podría tener sus orígenes hace más de 500 años. Foto: Andrés García / ÚN

A los nuevos jugares les enseñan las reglas de este juego que podría tener sus orígenes hace más de 500 años. Foto: Andrés García / ÚN

Andrés García
(I)

Cada martes, sábado y domingo, en la Mena Dos, en el sur de Quito, se preserva una parte de la historia del país. En una cancha de 100 metros de largo por nueve de ancho, se reúnen los ‘guardianes’ de la pelota nacional.

Hipólito Mejía lleva 35 de sus 50 años vinculado al 'tenis de gigantes', como también se denomina a esta práctica deportiva.

El entrenador contó que las canchas de la Mena Dos y de la Cardenal de la Torre son los dos últimos reductos de la pelota nacional en el sur de Quito. Más al norte, se juega en el parque La Carolina, San José de Jarrín, Pomasqui y Calacalí.

En la Mena Dos, el terreno fue donado a la Asociación de Pelota Nacional de Pichincha para que se conserve este tradicional juego, que según el historiador Manuel Espinosa Apolo, tendría sus orígenes prehispánicos hace más de 500 años. Hoy, la asociación tiene 80 miembros. De ellos, 25 son jugadores.

Cuando se activa la cancha, unas 50 personas, como mínimo, se concentran para ver los partidos. En el escenario no pueden faltar los apostadores.

Cada equipo está conformado por dos cuerdas, un sacador, un medio y un torne. Para poder practicar la disciplina, se necesitan las peculiares tablas, que son elaboradas con madera y cauchos de llantas recicladas. Su peso varía.

Las tablas para sacar son más ligeras y de mayor extensión, alcanzando un peso de seis libras. También hay otras “raquetas”, utilizadas para devolver las pelotas. Esas son más cortas y pesan entre 12 y 14 libras. Por esta razón, los “toqueadores” se caracterizan por tener brazos fornidos.

Cada dos meses, el famoso Antonio Tarapu, más conocido como “cartón” se da una vuelta por la Mena Dos. El artesano imbabureño es uno de los pocos expertos en la elaboración de las tablas. Su precio: entre USD 120 y 200. Y las pelotas bordean los USD 35.

Por lo general, los jugadores más jóvenes aprenden las “mañas” de la pelota nacional gracias a sus padres. Ese es el caso de Ricardo Suárez, de 31 años; Klever Armas, de 55 años y uno de los jugadores más conocidos de la Mena Dos.

Todos los “guardianes de la pelota nacional” de la Mena Dos reciben con beneplácito a nuevos jugadores. Ahí les enseñan las reglas e incluso les prestan un ratito las tablas, para que practiquen. Esa es su labor, mantener la tradición y lograr que se formen nuevos representantes.