Guías no videntes se estrenan en el Museo Numismático de Quito
Sienta las piedras a su lado izquierdo, la textura de las monedas, las formas de los productos. Escuche los sonidos que resultan del metal de la máquina con la que antaño se elaboraba el dinero en el país. Con estas descripciones empieza la ruta, con los ojos vendados, por el Museo Numismático.
Ese es uno de los nueve sitios del Centro escogidos para que las personas con discapacidad visual, quienes se apuntaron a la capacitación para ser guías, se lancen al ruedo: Catedral, Carondelet, Plaza Grande, Palacio Arzobispal, República del Cacao, Heladería San Agustín, Mercado San Francisco y San Agustín.
Justo hoy, 21 de noviembre, luego de una preparación en la Escuela Politécnica del Ejército (en el Centro), tendrán la prueba de fuego: guiar a un grupo de una ONG internacional. Lo harán por dos lugares del Centro Histórico.
Los futuros guías integran el programa ‘Turismo para todos’, lanzado por el Ministerio de Turismo. Las clases empezaron en septiembre. Como parte de la formación recibieron clases teóricas y prácticas. Una de estas últimas fue en el museo Numismático, en la García Moreno y Sucre.
A ese lugar están asignados Kléber Guzmán, de 67 años, y Verónica Torres, de 42. Tienen discapacidad visual. Él completa y ella tiene dificultad para mirar según la luz. Es del grupo al que llaman albinos.
A la par, cuenta la mujer, en los últimos días ella y sus compañeros han absorbido muchos conocimientos de historia, arte, entre otras materias. También, le entra la enseñanza de música.
Kléber, en cambio, se dedicaba a la docencia, dirigió un plantel educativo. De apoco, fue perdiendo la visión. Él hace todo por sí solo y siempre se actualiza en conocimientos.
Para los dos es un reto del que están seguros que, pese a los nervios, saldrán victoriosos. Y verá que llegarán al Centro, a los puestos donde les asignaron, desde lejos: Cumbayá y la Mitad del Mundo.
Como ellos, otros 28 estudiantes más se capacitaron y estarán distribuidos en los distintos puntos escogidos. En cada grupo habrá alguien que acolite.
Y el que los turistas se cubran los ojos, dicen las fuentes del Ministerio, es una forma de promover entre los turistas una experiencia diferente de abordar y conocer los lugares turísticos. En sitios como la Plaza Mayor de Quito no se les vendará los ojos.
Los estudiantes guiarán de acuerdo con los paquetes que ofrecen agencias, que ya han mostrado su interés. Pero, para poder cobrar, primero tendrán que obtener la acreditación como guías locales, pero como ya están capacitados, están seguros de lograrlo.
