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2 de diciembre de 2019 09:31

Las hermanas Valencia volvieron a los coches de madera

Gissella, de 40 años, participó ayer, 1 de diciembre del 2019, en la carrera de coches de madera. Foto: Julio Estrella / ÚN

Gissella, de 40 años, participó ayer, 1 de diciembre del 2019, en la carrera de coches de madera. Fotos: Julio Estrella / ÚN

Yadira Trujillo Mina
(I)

Los familiares “ya saben quien se mata y quien no”. Por eso, antes de que empiece la carrera de coches de madera les dieron la bendición. “A tí te esperamos en la llegada. Y a tí, en la ambulancia”, les dicen a las competidoras. Entre la familia ya se conocen las fortalezas y las debilidades de cada integrante sobre los rápidos bólidos.

Valeria y Gissella Ontaneda Valencia volvieron a competir ayer, 1 de diciembre del 2019, a sus 29 y 40 años, respectivamente. Dejaron los coches a los 16, por requisito de la tradicional competencia, que hasta el 2018 organizó Marco Aguilar Veintimilla y este año pasó a manos del mismísimo Municipio.

El evento, que es parte de las Fiestas de Quito desde 1970, continúa esta semana en otros sectores de la urbe: Centro Histórico, la Michelena, la Martha Bucaram y la Manuela Cañizares.

Por tradición, la familia Valencia construye coches y sus niños han participado año tras año. En este 2019, los niños no pudieron participar, pero los adultos volvieron al ruedo.

Valeria, de 29 años, lideró la primera manga.

Valeria, de 29 años, lideró la primera manga.

En los Valencia no hay diferencia entre hombres y mujeres, cuentan Gissella y Valeria. La clave para una buena competencia, aseguran, es engrasar las llantas y revisar los frenos del bólido.

Después de 15 y 24 años, las mujeres de la ‘Dinastía Valencia’ aún sienten nervios. Pero, aseguran, les alegra seguir con la tradición familiar. “Nos entusiasma inspirar a nuestras familias”. Ambas se casaron y tienen hijos. Valeria concursa con su esposo y a Gissella, su esposo y tres hijos le alientan desde la zona del público encantado.

Aunque no ganaron, Valeria lideró su manga en la primaria competencia de ayer. Las buenas hermanas recorrieron 700 metros en La Gasca, desde la calle Atacames hasta la Francisco Viteri.

Aunque, asegura Valeria, con una carcajada, a los 16 se les “acabó la carrera profesional en los coches”, tomaron las precauciones. “Con la bendición de Dios vamos a bajar”.

De sus mejores años, cuando corrían en la calle Mejía. Gissella Ontaneda Valencia aún recuerda sus hazañas en las primeras competencias. Las ventas eran frecuentes cuando era niña, entre las que no faltaban los mangos.

Contra esas cajas, la integrante de la ‘Dinastía Valencia’ se impactó más de una vez. “Hasta ahora pido disculpas a toda la gente por irme encima”, asiente. Y recuerda que tras los impactos, no dejaba pasar la oportunidad de chupar los mangos que quedaban regados en la calle.

A 10 integrantes de esta familia llegó a alentar la primera integrante de la dinastía, Lucila Valencia, de 71 años. Otros 20 integrantes de la familia esperaron resultados entre el público.

Los más grandes, asegura doña Lucila, volvieron felices a la carrera de su niñez. “El solo verles correr es una ilusión que hemos tenido hace 46 años. Esta es la cuarta generación”.