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2 de octubre de 2018 11:04

Bomberos continúan combatiendo incendio en el Atacazo

830 hectáreas de pajonales han sido consumidas a causa del incendio en el Atacazo. Foto: Eduardo Terán / ÚN

830 hectáreas de pajonales han sido consumidas a causa del incendio en el Atacazo. Foto: Eduardo Terán / ÚN

Redacción Últimas Noticias

Conforme avanzan las horas, el incendio del cerro Atacazo genera más daños en la zona que corresponde al cantón Mejía, suroccidente de Quito.

Esto por las condiciones climáticas y el viento que sopla a favor para que el fuego se expanda. Gabriel Conde, comandante del Cuerpo de Bomberos de Mejía, informó que 830 hectáreas de pajonales han sido consumidas.

Existe preocupación entre las autoridades. Por eso: desde las 04:00 de este martes 2 de octubre del 2018, los bomberos se movilizaron a ese punto para apagar el fuego.

"Esperamos las descargas del Ejército ecuatoriano (con bambi bucket en helicóptero) para contenerlo", precisó el uniformado. De momento, el fuego se expande en el lado occidental del cerro. En el flanco oriental, el incendio ha sido extinguido en un 75%. En el lado suroriental está controlado.

100 personas, 75 militares y 25 bomberos colaboran en la emergencia. También personal del GAD del cantón Mejía.

Los casacas rojas recibieron la alerta del incendio a las 14:50 del sábado 29 de septiembre y junto con el Cuerpo de Bomberos del cantón Mejía empezaron a realizar las labores para la sofocación de las llamas a 4 025 metros de altura.

La cuenta de la afectación por el incendio era de 830 hectáreas. Desde julio hasta antes del 29 de septiembre, la superficie quemada fue de 336,28 hectáreas.

Es decir, en lo que va del año y sin que se haya llegado a un balance final del actual incendio, se han consumido al menos 1 166 hectáreas solo en Quito.

Esta cifra ya supera a toda la afectación sufrida por la naturaleza en el año pasado en la ya tristemente célebre temporada de incendios forestales, que suele empezar en julio y extenderse hasta octubre. El año pasado se quemaron 815,31 hectáreas de terreno.

La superficie dañada albergaba en especial pajonales, donde viven especies animales como zorros, conejos, caballos y ratones, que también huyeron.

En el caso presente, hay también terrenos de haciendas, como la de La Estancia, de Mario Serrano. Es una propiedad de 160 hectáreas, de las cuales hasta ayer, 1 de octubre, se habían consumido 100. Se perdió parte del páramo y un sembrío de mortiños. El fuego ayer ya estaba llegando a un sembrío de pinos que ocupa 9 hectáreas, contó Serrano.

El cruce de vientos forma lo que los bomberos llaman remolino de fuego. Ayer, muy cerca de la gente que combatía el incendio, se formó uno: una columna de humo de unos 30 metros con lenguas de fuego en su interior. El fuego y el viento son traicioneros.