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13 de mayo de 2019 08:59

Jorge Yunda ya tiene el poder

Jorge Yunda recibió un ayni (bastón de la dignidad), en una ceremoniaal mediodía, en el Itchimbía. Foto: Eduardo Terán / ÚN

Jorge Yunda recibió un ayni (bastón de la dignidad), en una ceremonia al mediodía, en el Itchimbía. Foto: Eduardo Terán / ÚN

Ana María Carvajal
(I)

La fuerza de una rama de un árbol de chorlán, las buenas energías del Pichincha y la habilidad de las manos de los artesanos indígenas se juntan en el ayni, el bastón sagrado espiritual de la dignidad que ayer, 12 de mayo del 2019, recibió Jorge Yunda.

Desde ese momento, el ‘Loro Homero’ pasó de ser un popular conductor de radio a un duro en la cosmovisión indígena: un mantaya (gobernante), aunque el pueblo Kitu Kara no está de acuerdo con ello.

Así, la Fenocin se le adelantó hasta al propio Consejo Nacional Electoral (CNE) en designar al ‘Loro’ la cabeza de Quito, pues esa autoridad recién hoy, 13 de mayo, le entregará las credenciales en el Itchimbía, el mismo lugar en el que ya se hizo su posesión ancestral.

Mañana, 14 de mayo, a las 17:30, luego de un paseíto por el Centro Histórico, Yunda se convertirá en el alcalde de Quito por cuatro años.

Pero desde ayer, el guaneño de 54 años no solo se volvió un mantaya, sino que también es un taita, por lo que los pueblos indígenas que lo nombraron le echarán mucho ojo.

“El ser llamado taita es un honor, por lo tanto entrego nuestras esperanzas de seguir cultivando nuestro conocimiento”, le dijo el joven Inti Curicama, uno de los yachaks más pollitos de la Fenocin y que tuvo el encargo de desenvolver el ayni, que durante toda la ceremonia estuvo cubierto por una colorida huipala.

En El Arbolito, un grupo de yachaks le hizo una limpia a Yunda. Foto: Eduardo Terán / ÚN

En El Arbolito, un grupo de yachaks le hizo una limpia a Yunda. Foto: Eduardo Terán / ÚN

En esta tarea lo acompañaron otros yachaks bien guambritos: Pacha Ugsha y Kevin Leña. Este último relató que el bastón de la dignidad fue bendecido en lugares y cascadas sagradas del gran Pichincha “para que sea un bastón energético que guíe al Alcalde en su corazón y en su caminar hacia un buen trabajo para las comunidades”.

Eligieron el chorlán, porque es un árbol nativo cuya madera es tan dura que sirvió a los pueblos ancestrales para hacer herramientas de trabajo como el azadón.

Representa fortaleza para el Mantaya, “para que se pueda encaminar de forma correcta”. Además, ese ayni que en la parte superior tiene tallado un rostro indígena, con una piedra verde en la frente, adornos de plumas y una pequeña huipala en el cuello, es un símbolo de reciprocidad y autoridad. Fue un trabajo de los nietos de Edmundo Sigcha, conocido como el ‘Chugcurillo’ o ‘el indio mishkero de Pomasqui’, que tiene una familia de más de 50 personas que mantienen vivo un estilo propio al tallar.

Aunque la parte más importante de la ceremonia se inició a las 12:00 en el Itchimbía, fue precedida por una limpia en el parque El Arbolito y por una caminata desde allí hacia el parque, por la calle Yaguachi.

Luego de hacerle la limpia, los organizadores le regalaron a Yunda un par de alpargatas, que él usó en lugar de sus zapatos, un poncho rojo y un collar de rosas, con los que subió la dura cuesta, pese al calor.

El flamante Mantaya rió, bailó, reflexionó y agradeció este honor. También le pidió permiso y sabiduría a la Pachamamita para hacer su trabajo para la ciudad.