Julio César Trujillo, un legado de integridad

Los abogados Julio Michelena y Ramiro Ávila se dieron un abrazo cálido en las afueras del Hospital Metropolitano (norte de Quito), en donde falleció Julio César Trujillo, presidente del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social Transitorio (Cpccs-t). Minutos antes, el analista político Francisco Rocha, con una voz entrecortada, mostró su profunda tristeza por semejante pérdida.

El político de 88 años murió cerca de las 14:40 del domingo 19 de mayo del 2019, por complicaciones derivadas de una hemorragia intracerebral grave. Él ingresó el pasado martes 14 de mayo a la casa de salud tras sufrir un accidente cerebrovascular. Ocurrió un día después de presidir la última sesión del Cpccs-t y en la que un grupo de personas lo agravió.

Michelena es un abogado de 53 años, 35 trabajando con Trujillo. Ambos compartían los mismos intereses y anhelos: luchar para alcanzar días mejores.

A su maestro, mentor y amigo lo conoció desde los 18, cuando cursaba la carrera de Derecho. Trujillo fue su profesor y, además, decano de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Católica. De eso han pasado 35 años y la admiración se mantiene intacta.

Él trabajó en el estudio jurídico de Trujillo, donde le enseñaba a laborar con amor, ética y confianza hacia las personas, en especial con los jóvenes.

“Siempre quiso rodearse de la juventud, porque decía que son la esperanza del país. Nos impulsaba tanto y cuando estábamos listos nos decía: ahora sí, usted vaya adelante”.

Michelena, además, recordó aquel último día de labores en el Cpccs-t, el lunes 13 de mayo. Ėl fue temprano a la casa de Trujillo y lo recibió, como cada día, de forma cálida. Desayunaron, hablaron y almorzaron. Fue la comida típica de los lunes: sopa de arroz de cebada.

“Tomamos la sopa para poder ir con fuerzas a la última sesión”. Y ya en el Consejo hablaron de la situación del país, del trabajo de la entidad y de un llamado a Consulta Popular. Estos temas eran una prioridad en la mente de Trujillo, señaló Michelena.

Ávila, actual juez de la Corte Constitucional, con mucha melancolía sostuvo que “como juez le he dicho (a Trujillo) que no le voy a fallar. Voy a practicar el Derecho y la Constitución como él lo predicaba”. Y acotó: “Vivirá en nosotros por mucho tiempo”.

Mientras tanto, Rocha, con lágrimas en los ojos, mencionó que el país no ha perdido, ha “ganado la voluntad de cambiar, ha ganado sus enseñanzas…”. Además, mencionó que “esperamos estar a la altura y continuar su legado”.

Tras el fallecimiento, el cuerpo del reconocido jurista fue trasladado hasta el Camposanto Monteolivo para su preparación post mortem. Luego, pasadas las 19:00 de  ayer, domingo 19 de mayo, estuvo en la capilla ardiente preparada en el auditorio del Centro Cultural de la U. Católica. Allí ya le esperaban amigos y colaboradores.

El féretro permaneció escoltado por los cadetes de la Escuela de Policía Nacional. Y minutos después se ofició una misa, al mismo tiempo se podía oír: “No te olvidaremos. No te olvidaremos”.

La ciudadanía y los sectores sociales podrán despedirse de él; la capilla ardiente estará en la Católica hasta las 11:30 del martes 21 de mayo. Solo a las 12:00, se ofrecerán los Honores de Estado y a las 13:00 una misa en el templo de La Dolorosa, en el Colegio San Gabriel, para posteriormente trasladarlo al camposanto Monteolivo.

Al Metropolitano también llegaron miembros del Cpccs-t. “Es momento de pensar como país y pensar que Julio César Trujillo entregó hasta el último minuto por su Patria”. De ahí que, como escribió el presidente Lenín Moreno, “la Patria está de luto”.

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