Pensaron que eran secuestradores y los mataron

Todo comenzó como un rumor que, al parecer, se difundió como pólvora en las redes sociales, pero terminó en una desgracia. La Policía Nacional informó que no hubo intento de secuestro a tres menores de edad en la parroquia Posorja, cantón Guayaquil. Las tres personas que fueron asesinadas a las 16:30 de ayer, 16 de octubre del 2018, por una muchedumbre participaron en el robo de dinero a una mujer.

Algunas versiones ciudadanas daban fe de que dos hombres y una mujer habían incitado a los niños a subirse al carro y que habían intentado drogarlos con escopolamina. Pero a las 18:30, la general de Policía Tanya Varela, jefa zonal, desmintió el intento de secuestro. Explicó que las víctimas, dos hombres y una mujer, eran ladrones y acababan de asaltar a una mujer que iba con sus tres hijos.

La señora pidió ayuda y al parecer hubo una confusión con el intento de secuestro de los menores.

Los moradores, al creer que se trató de un secuestro, rodearon la UPC de la parroquia, ubicada en la calle Juan del Valle, en el centro del pueblo; varias personas intentaron ingresar subiéndose por el techo. A las 14:00 quemaron un taxi donde supuestamente se movilizaban las secuestradores.

Una hora después, incendiaron cinco motocicletas policiales y lanzaron bombas molotov hacia el destacamento, exigiendo que se les entregue a los tres detenidos. A las 16:00 irrumpieron en las instalaciones policiales y sacaron a los detenidos.

En la vía pública, con piedras y palos, los mataron a pesar de que incluso había llegado un grupo de militares a intentar calmar a la muchedumbre.

A las 20:00 los cuerpos aún permanecían en la calle, mientras personal de Criminalística recogía evidencias en la escena. El fiscal del cantón Playas, Jefferson Caicedo, señaló que la Fiscalía investigará la muerte de las tres personas como “delincuencia organizada”.

Dijo que el hecho encajaría en ese supuesto delito porque “se organizaron para cometer un crimen, que fue el asesinato”.

Al delito se le sumaría el asesinato como agravante, que el COIP establece una pena de 10 a 16 años.

Caicedo coincidío con la Policía en que el supuesto secuestro fue una confusión. Señaló que a través de los videos difundidos en redes sociales se realizará la identificación de las personas que participaron en el crimen.

Según el funcionario, en el cantón Playas no se han presentado denuncias por secuestro de menores. Hasta el cierre de esta edición, no se conocía la identidad de los fallecidos en este linchamiento.

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