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25 de noviembre de 2021 17:54

Luces contra la violencia

El Patronato San José tiene espacios para mujeres que sufren de violencia. Foto: cortesía

El Patronato San José tiene espacios para mujeres que sufren de violencia. Foto: cortesía

Ana Guerrero
(I)

Violentómetro en escalinatas de La Tola, lonas con mensajes e iluminación de edificios se alistan por el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora hoy, 25 de noviembre.

Tucas luces para que nadie se haga de la vista gorda y el mensaje contra la violencia quede clarito. El Patronato San José impulsa varias actividades con esta meta. No es para menos, no ve que en Ecuador, bajito, seis de cada 10 mujeres han vivido algún tipo de violencia una vez en su vida.

Pichincha, según datos compartidos desde la Prefectura, es la tercera provincia con más casos de violencia en el ámbito laboral. Y ahí no queda, en esta localidad en 2020 se registraron 20 femicidios, de un total de 118 en el país. Y hasta inicios de noviembre del 2021 ya eran al menos unos 17.

Por eso, ONU Mujeres desarrolla a escala mundial Pinta tu mundo de naranja, poniendo fin a la violencia contra las mujeres. Así que varios puntos de Quito, como el propio Municipio, se iluminan con ese color.

El Patronato ha organizado diferentes actividades como parte de los 16 días de activismo, que arrancan este 25 de noviembre y se extenderán hasta el 10 de diciembre. Las luces naranjas se prenden en instituciones municipales y ya desde el lunes 29 de noviembre está iluminada la Virgen del Panecillo.

En el edifico del Cabildo ya se colocaron lonas con mensajes y números de contacto para denunciar y pedir ayuda en caso de vivir violencia por parte de la pareja o familia.

La Casa de la Mujer atiende a personas que han vivido violencia. Foto: cortesía

La Casa de la Mujer atiende a personas que han vivido violencia. Foto: cortesía

En La Tola hay un mural con el violentómetro, con los niveles de violencia con las alertas respectivas (amarillo, naranja y rojo) para identificar esas guías.

Como dice el Patronato, la idea es que la ciudadanía pueda identificar a tiempo qué es violencia.

Pilas, que hay proyectos para tener una salida a esa realidad y manos amigas. La Casa de la Mujer es uno de estos. Se trata de un espacio de acogida y protección de mujeres mayores de 18 años y sus retoños.

El establecimiento opera en el Centro Histórico de Quito (la dirección se mantiene en reserva por seguridad) con capacidad para 40 personas, entre mujeres y sus peques. La Casa abrió en enero de 2020 y ha acompañado a 195 personas.

En el sitio han estado féminas como Cecilia (nombre protegido). Ella ya dejó la Casa. Por unos 13 años vivió maltrato a todo nivel por parte del padre de sus cuatro hijas y su peque. Las menores también empezaron a ser víctimas.

La historia llegó a la Junta de Derechos en Imbabura. La mujer y sus hijos fueron a una casa de acogida. Allí estuvieron por ocho días hasta llegar a la Casa de la Mujer. Este año, la madre y sus retoños dejaron el establecimiento, luego de un proceso que incluyó ayuda psicológica y capacitación.

Luz (nombre protegido), de 27 años, también recibió ayuda en la Casa, donde estuvo hasta este mes. El padre de su hija la golpeó y la maltrató psicológicamente. Todo delante de la pequeña. Supo de la Casa por la Fundación Alas de Colibrí. Hicieron el enlace y le explicaron los servicios.

Ella es manicurista y aprendió corte y confección. Está postulando a un capital semilla para emprender un negocio.

También está la Casa de la Adolescente, con apoyo para madres adolescentes o que se encuentran en proceso de gestación y que han pasado por una situación de violencia.