Un artista aferrado a su vocación
Luis Medina siempre tuvo alma de artista y se aferró a esta vocación. El hombre que mañana, 6 de febrero, cumplirá 58 años es el creador de decenas de obras y sus trabajos han estado en numerosas exposiciones.
Aunque Luis estaba convencido de ingresar a la Facultad de Artes, decidió acceder a la exigencia de su madre y estudió la carrera de Arquitectura.
Claro que, recuerda, toda la vida le gustó dibujar, lo hacía como una forma de expresión. Ganaba algo de dinero trazando para sus profesores, pintando las cruces y letreros en el cementerio de Alangasí, de donde es oriundo.
Para redondear, vendía coronas de difuntos y alimentos en el balneario de La Merced, ayudando a su madre y a su tía. Amaba las cometas, recolectar guabas y montar caballos.
Ya en la universidad, al inicio no hubo lío, pues las materias estaban relacionadas con sus gustos: dibujo, el color... Con el pasar del tiempo, cuando los números cobraron protagonismo en el estudio, el camino se tornó más laborioso.
Cuando ya estaba adelantado en la carrera, un compañero le comentó sobre el taller del reconocido pintor, en La Merced. Corría 1985 cuando Luis se convirtió en uno de los pupilos del artista.
Luego, el “ciudadano del valle”, dejó el taller y continuó pintando por su cuenta. Además, concluyó la carrera de arquitectura. Logró el título profesional una vez casado.
Eso sí, confiesa que cuando era estudiante, para él era un deleite visitar la Facultad de Artes. Ahora, en cambio, tiene su propio estudio de arte, en la esquina de la Zamora y Cenepa, segundo piso. En el lugar se puede ver su obra, llena de colores y formas.
Muchas de sus creaciones se inspiran en pueblos enclavados en los Andes y plasma escenas de celebraciones y rituales.
En el sitio, Luis da clases y recibe encargos, cuadros esculturas etc.
En su carrera suma más de 20 exposiciones individuales (16 internacionales) y cerca de 80 colectivas. Su obra ha superado las frontera y ha llegado a destinos como Estados Unidos, Canadá, Malasia, Singapur y México. En agosto del 2019 expuso en la Universidad Autónoma de México (UNAM), Campus Chicago.
Entre las otras pasiones del artista se incluyen los autos clásicos, los libros y la danza ancestral. Y desde hace cerca de 40 años, el artista es uno de los rucos en el Corpus de Christi en su tierra.
Actualmente, el artista emprende un proyecto cultural en Alangasí, ‘La Casa de al lado’ Centro Cultural (Simón Bolívar y Juan Montalvo).
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