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24 de marzo de 2021 09:21

Si se parquea mal, le cae un mimo

No falta quien parquea donde no debe, como aquí en la Manabí y Guayaquil. Foto: cortesía AMT

No falta quien parquea donde no debe, como aquí en la Manabí y Guayaquil. Foto: cortesía AMT

Betty Beltrán
(I)

Ya no hay vida con los ruditos que se estacionan donde se les ocurre. Solo es cuestión de mirar en los alrededores del Centro Histórico de Quito y comprobar que lo dicho no es exageración.

Las principales vías donde se registra una mayor cantidad de vehículos en espacios no permitidos son La Exposición (sector La Recoleta), Cuenca (Plaza San Francisco) y Hermano Miguel (El Tejar).

Si se avanza más al sur de Quito, las avenidas Maldonado y Mariscal Sucre son otras conflictivas; y en el norte, la 18 de Septiembre. Pero si regresamos al Centro, el pasaje Espejo -a un costado de Carondelet- siempre estaba lleno de autos y solo por la pandemia por el covid-19 ya no hay ese inconveniente, apunta Elvira López, moradora del barrio San Sebastián.

La mujer acota que en su sector también hay ese problema, sobre todo en la subida de la UPC, en el punto denominado Titanic (porque el centro policial tiene la forma de un barco). Allí, agrega, los vehículos se estacionan como si fuera el patio de su casa.

El mayor lío se observa en los pasajes de los alrededores del sector La Recoleta, reconoce Pamela Villacrés, directora de Ingeniería de Tránsito y Seguridad Vial de la AMT. Y se enteraron de aquello por las innumerables denuncias de los vecinos, quienes dicen que se estacionan en los dos lados y no permiten ni siquiera el ingreso de ambulancias.

En calles del Centro, hay quienes no dejan espacio para la movilidad inclusiva y se ha verificado que los vehículos están en las rampas y en los dos costados de las calles. En lo que va de este año, solo en esta zona se han reportado 6 363 vehículos estacionados en lugares no permitidos.

Ante esa problemática, la AMT realiza una campaña preventiva del buen uso del espacio público por la seguridad vial de todos los quiteños, a través de las correctas acciones en la vía. Y una de ellas es la de no estacionar en zonas indebidas.

Los ruditos reciben una capacitación en el lugar de la infracción y no como un tema sancionatorio sino ofreciéndole las razones de por qué no deben estacionar en zonas indebidas, apostilla Villacrés. El agente coloca en el pecho del ciudadano una calcomanía con la frase “Yo estaciono pésimo”.

Allí no termina todo, enseguida, un mimo -que también forma parte de la comitiva que se moviliza a un punto- le llama la atención y hace el ademán de halar la oreja para que se ponga la mano en el pecho. Después de una semana de campaña en la zona, se aplican las multas de verdad.

Por estacionar en sitios prohibidos por la ley, la sanción establecida por ordenanza es del 10% de un salario básico, es decir, USD 40. Y la sanción del Código Integral Penal corresponde al 10% de un salario (otros USD 40) y la reducción de 3 puntos a la licencia. En caso de que el conductor no se encuentre en el automotor, este será trasladado a uno de los sitios de retención vehicular.

La infracción se refleja en el sistema de AMT y los usuarios pueden revisarlo en www.amt.gob.ec, ingresando al ítem “Consultar valores a pagar” o en “Valores a pagar infracciones de tránsito AMT /ANT”, digitando su placa y cédula.

Esta campaña donde le ponen la calcomanía con la frase “Yo estaciono pésimo” se realizará de forma indefinida en los puntos más conflictivos de la urbe, los lunes, miércoles y viernes, en horas de la mañana y también de la tarde.

Y si en un sector ya se hace la campaña preventiva de una semana, no hay pretexto para que digan la típica: “Vea agente, solo fueron dos minutitos…”. O “ni he sabido que no se puede parquear aquí…”.

Esta última frase, ni cómo pasarla como válida, al menos en el Centro de Quito, porque de paso, en plena calzada de las vías principales se han pintado tremenda señalética al respecto. Así que, hará caso y respete el espacio público.