María Angula va al Teatro Capitol
María Angula devuélveme mis tripas. ¿Le parece conocida la exclamación? Hoy, 3 de agosto del 2018, vaya directito al Teatro Capitol, para escuchar la historia completa, en primera fila, con música, teatro y magia.
25 niños de distintas administraciones zonales de Quito se juntaron en un taller vacacional que se realizó en el Itchimbía, donde aprendieron las maravillas de la ilusión, percusión y técnicas del teatro.
El otro espacio en el que aprendieron los guambritos fue la Casa de las Bandas, en La Tola.
En el establecimiento del Centro de Quito montaron la obra. En la que incluyeron a una niña y al personaje de un abuelito como narradores.
La pequeña hace un cuestionamiento: ¿Y por qué solo las mujeres cocinan?
Si usted recuerda, la leyenda cuenta que cuando María Angula se casó no sabía cocinar. Por eso, cada día, María Angula corría a una tienda a pedir la guía de doña Meche, hasta que esta se cansó y le jugó una pasada: le mandó a sacar las tripas de un muerto fresco en el cementerio, para preparar un platillo a su esposo. Le dijo que era el ingrediente clave.
Silvia Brito, directora escénica, cuenta que incluyeron la pregunta de la niña porque, con el tiempo y las aguas, la mujer no tiene por destino la cocina.
A decir de la directora, eligieron la leyenda de María Angula, entre otras razones, por “esta cuestión fantástica de la muerte, que a los guaguas y a los adolescentes les atrae mucho”.
La obra forma parte del proyecto Capitolito, para que los chicos se acerquen a este espacio patrimonial, vecino de La Alameda.
La obra se presenta hoy, 3 de agosto, a las 17:00 y la entrada es gratis. Como dentro de la formación estuvo la magia, los guaguas tuvieron tremendos guías.
Uno de ellos fue Edwin Segura, gestor cultural y más conocido como el Mago Kabú y sus hijas, las magas Dominique y Sisa. Con decirle que en la obra hasta verá una que otra aparición.
El personaje central lo interpreta Cielo Tipanta, de 11 años. Ella llegó al vacacional desde Calderón, y siempre le ha gustado el teatro. Primerita se ofreció para interpretar el papel.
Cielo, como toda una profesional, estaba en el ensayo de la obra, en uno de los espacios de la Casa de las Bandas. Hasta micrófono le dieron para que repasara.
En la historia, los guaguas también cantan y tocan instrumentos de percusión.
Músicos del establecimiento del Centro les acolitaron en el montaje y, claro está, en la capacitación para saltar bien seguros a las tablas del Capitol.
Y los guambras sí que aprendieron rápido, pues el curso empezó el 16 de julio y de una entraron a las diferentes artes.
En la obra también participan tres mamás y un papá. El abuelito es uno de ellos, Carlos Mosquera. Sus dos hijas son parte de la puesta en escena. Él se animó a entrarle al teatro para poder compartir las actividades de las vacaciones con las pequeñas.
