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6 de diciembre de 2017 11:22

María Isolina, primera paciente del IESS Quito Sur

María Isolina Morales agradeció al IESS. Foto: Betty Beltrán / ÚN

María Isolina Morales agradeció al IESS. Foto: Betty Beltrán / ÚN

Betty Beltrán

Nombre: María Isolina Morales. Edad: 85 años. Estado civil: viuda. Profesión: costurera retirada. Estado emocional: feliz por la atención que le brindaron ayer, las profesionales del nuevo Hospital del IESS Quito Sur.

Antes del mediodía, esta casa de salud -ubicada en las calles Moraspungo y Pinllopata, a dos cuadras del Centro Comercial El Recreo- fue formalmente inaugurada por el presidente Lenín Moreno. Fue un farrón, con show artístico incluido.

Y mientras miles de invitados (doctores, jubilados...)disfrutaban de la música, María Isolina contaba sus males a la doctora Carolina Guarnizo, especialista del área de Medicina Interna. En todo el Hospital habrá 36 especialidades.

A su edad, María Isolina tiene la disposición de caminar todos los días. Y justo el lunes, a eso de las 16:00, cuando pasaba por la enorme casa de salud se acercó a información para pedir una cita. Para su sorpresa, le dieron el turno para el día siguiente, 11:00.

Justo el día y la hora en la cual se realizaría la inauguración formal del Hospital, convirtiéndose así en la primera paciente atendida en el área de Medicina Interna. Así que, al ingresar a la consulta, hasta la doctora le aplaudió y la felicitó.

La mujer, de cabello corto, se acholó con semejante reacción. No sabía qué mismo pasaba; solo cuando le explicaron la razón (la primera paciente en ser atendida en este nuevo Hospital): sonrió con gusto.

Enseguida, la doctora le preguntó -con santo y seña- sobre sus actuales y antiguas dolencias. Con la mano en la pena, María Isolina le narró que le operaron de la tiroides, del útero, de la vesícula y que ahora siente un cansancio enorme. Y que por eso pidió un turno urgente…

El Hospital tiene cinco torres, de 10 plantas cada una. Dispone de 56 consultorios y 450 camas. Foto: Paúl Rivas / ÚN

El Hospital tiene cinco torres, de 10 plantas cada una. Dispone de 56 consultorios y 450 camas. Foto: Paúl Rivas / ÚN

También compartió algunos detalles de su vida. Que es de la provincia de Loja, pero que hace 32 años vive en Quito y que se asentó en el sector de El Calzado; de ahí que, ya le alertó a la especialista, “como vivo cerquita del Hospital, estaré molestando todos los días”.

Como ya no necesita atender a sus cinco hijos (todos son mayores), tiene todo el tiempo del mundo. Es más, también se jubiló de su oficio: costurera de las buenas. Su finado marido, quien en vida trabajó en el Magisterio, le dejó el montepío y por eso tiene la suerte de hacerse atender en los centros del IESS.

Casi 20 minutos después, la doctora Guarnizo ya tuvo una visión general de los motivos del cansancio de su paciente. Pero antes de darle el diagnóstico, necesitaba una serie de exámenes médicos. Y solo así, en la próxima cita, que la propia doctora ya le agendó para el 28 de diciembre, verá su real cuadro de salud.

Ya con la cita segura y que inmediatamente guardó en la cartera, María Isolina salió de la consulta rumbo al área de exámenes, pero no le pudieron hacer ese rato por no estar en ayunas.

Así que, dos jóvenes de chalecos rojos (guías del Hospital) le tomaron del brazo y la llevaron a la planta baja, a sacar el turno.

María Isolina, a sus 85 años, no daba crédito a la atención tan esmerada que tuvo en el nuevo Hospital del IESS Quito Sur. Antes de marcharse a su casa, a dos pasos de allí, solo les dijo a esas dos señoritas tan amables: “Ojalá está atención no sea flor de un día”.