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16 de enero de 2017 09:26

Masacre en cárcel deja 26 muertos en Brasil 

Al menos 26 presos murieron el sábado 15 de enero del 2017 en el mayor centro penitenciario de Río Grande do Norte. Foto: EFE

Al menos 26 presos murieron el sábado 15 de enero del 2017 en el mayor centro penitenciario de Río Grande do Norte. Foto: EFE

Agencia DPA

Las autoridades brasileñas registraron el lunes 16 de enero del 2017 en una nueva revuelta en una cárcel de Natal, horas después de la matanza de al menos 26 presos ocurrida en otra prisión de esa ciudad del noreste del país.

Inicialmente no se reportaron víctimas ni fugas de presos en el último motín, que tuvo lugar durante la madrugada en el presidio Professor Raimundo Nonato, en el norte de Natal. La Policía Militar sofocó el intento de rebelión, informó el Gobierno regional de Rio Grande do Norte en su cuenta de Twitter.

Varios presos intentaron invadir otra ala del penal donde estaban separados otros reclusos, señaló el portal Globo. Según el diario Estado de Sao Paulo" la rebelión está aparentemente vinculada con la masacre ocurrida entre el sábado y domingo en la cárcel de Alçacuz, y atribuida a una lucha entre grupos criminales dentro del penal más grande de Natal.

Esa matanza es el último episodio de una ola de violencia carcelaria sin precedentes en Brasil.

Más de 120 presos han muerto desde comienzos de año, en sólo dos semanas, en violentas reyertas saldadas a menudo con personas decapitadas y descuartizadas.

Los motines son atribuidos en su mayoría a disputas externas entre grupos criminales que intentan hacese con el control del narcotráfico en el gigante sudamericano. La primera masacre dejó 56 muertos el día de Año Nuevo en una cárcel de Manaos, en la Amazonía brasileña, y fue atribuida a un ataque de presos de la banda Família do Norte (FDN) contra integrantes del Primeiro Comando da Capital (PCC).

Los investigadores estiman que el PCC, originario de Sao Paulo y considerado como el grupo criminal más grande de Brasil, está detrás de los últimos asesinatos ocurridos en Natal.

Organizaciones humanitarias alertan desde hace tiempo sobre el control que ejercen las bandas criminales dentro de las prisiones brasileñas y las terribles condiciones de hacinamiento en las que conviven los presos. Brasil tiene la cuarta población carcelaria más grande del mundo por detrás de Estados Unidos, China y Rusia.

Pero el país sudamericano afronta además graves problemas de superpoblación en cárceles que albergan a más de 622.000 reclusos en instalaciones con capacidad únicamente para unos 371.000.