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17 de enero de 2020 10:02

Migrante será cremado en EE.UU.

Carlos Moncayo cuenta la tragedia de su hermano Édgar. Foto: Xavier Caivinagua para ÚN

Carlos Moncayo cuenta la tragedia de su hermano Édgar. Foto: Xavier Caivinagua para ÚN

Lineida Castillo
(I)

‘Ver la violencia con que fue empujado por las escaleras, fue lo peor que he vivido en mi vida”, dice Carlos Moncayo, visiblemente consternado. Su hermano Édgar, de 71 años, falleció la tarde del domingo 12 de enero del 2020 tras ser empujado por uno de sus inquilinos en Nueva York, Estado Unidos.

La tragedia ocurrió cuando Édgar llegó al departamento que tenía rentado a un joven, para cobrar el arriendo. Un video muestra el empujón y el cuerpo cayendo por las gradas.

El sospechoso de haberlo empujado es un ecuatoriano, Alex G., de 22 años. Fue detenido. Carlos supo de la fatal noticia esa misma tarde. “Cayó de cabeza, quedó inconsciente y sangrando por los oídos y nariz”.

Según Carlos, en uno de los videos se escucha que el autor del hecho dice “lo maté”. El afectado fue trasladado a una casa de salud y dos horas más tarde confirmaron su deceso. El cuerpo será entregado a los familiares este 17 de enero.

Será velado y cremado. Sus cenizas quedarán en EE.UU. Los hermanos preparan una misa en su memoria el 22 de enero, en Cuenca. Como había sido su decisión en vida, la familia autorizó la donación de todos los órganos.

Conocen que el hígado fue trasplantado a un paciente que estaba grave en emergencia. “Saber que dio vida a otra persona nos llena de resignación”, dijo Carlos.

“Mi hermano siempre fue un hombre caritativo con sus compatriotas, y no entiendo cómo un joven pudo atacar a un adulto mayor de esa forma”, comentó. Incluso le había rebajado de USD 400 a 200 el arriendo para que pueda pagar.

Édgar migró a EE.UU. hace 26 años. Con el tiempo se llevó a su esposa e hijos. Toda su familia (tres hijos, dos yernos, seis nietos y un biznieto) vive allá. Hace dos años empezó el trámite de regularización y estaba previsto que obtuviera los papeles en junio de 2020.

Tenía planeado volver para visitar a su madre, Victoria Coronel, de 95 años, quien está indispuesta de salud. En EE.UU. siempre trabajó en un parqueadero. “Estaba a punto de jubilarse”, contó su hermano.