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17 de julio de 2020 11:35

FF.AA., Policía y Alcaldía van a los barrios más 'ruditos' de Quito

Chillogallo es uno de los sectores de la ciudad donde se ha visto más aglomeraciones. Foto:  Eduardo Terán / ÚN

Chillogallo es uno de los sectores de la ciudad donde se ha visto más aglomeraciones. Foto: Eduardo Terán / ÚN

Redacción Últimas Noticias (I)

Pues no quedó de otra que repartirse responsabilidades, sobre todo en los puntos más conflictivos. Por eso desde este 17 de julio del 2020 se empieza a aplicar una nueva estrategia para enfrentar el virus en Quito.

Según Juan Zapata, director general del ECU 911, ya se han identificado las siete parroquias con los niveles más altos de contagios, pero también de incumplimiento, indisciplina y falta de compromiso ciudadano: Calderón, Cotocollao, Belisario Quevedo, Centro Histórico, La Magdalena, Chillogallo y Guamaní.

En una reunión entre autoridades nacionales y locales (como COE nacional, Ministerio de Salud, Intendencia de Policía, Agencia Metropolitana de Control, Secretaría de Movilidad, entre otras) se analizaron las cifras del Distrito Metropolitano, entre ellas, personas sancionadas por no usar mascarilla, irrespeto al del distanciamiento, aglomeraciones y casos positivos, y se decidió focalizar el control de las fuerzas del orden en estas zonas.

En base de esa información y tomando en cuenta el aumento del número de casos, se decidió entregar la responsabilidad del control de esas zonas a tres instituciones y fortalecer el orden.

Así, la Policía Nacional se hará cargo del control de Calderón, Chillogallo y Belisario Quevedo; las Fuerzas Armadas, de Cotocollao y Guamaní; y el Municipio de Quito, del Centro Histórico y La Magdalena. El despliegue de recursos en esos territorios va a estar en manos de esas entidades.

Los operativos se realizarán con el apoyo de la Intendencia, de la AMC y de agentes civiles de tránsito. Está previsto que los controles empiecen a las 10:00 y que duren cuatro días.

Luego se realizará un análisis para medir los y comportamientos ciudadanos y dependiendo de esos resultados, analizar la modificación del toque de queda en Quito. Paralelamente, el Municipio se comprometió a cerrar los parques y espacios públicos de esas siete parroquias.

Sobre la ley seca se ratificó que hay una normativa en el Distrito, una ordenanza que sanciona el expendio y consumo de bebidas alcohólicas en el espacio público, incluso a quienes liban en el interior de los autos.

El dato. Los controles estarán enfocados a la conducta, que se ha visto manifestada en desobediencia, aglomeraciones y consumo de licor, lo que evidencia falta de compromiso.