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6 de febrero de 2018 10:02

Se cae la montaña a los vecis del Chicán

Jorge Muñoz y otros vecinos verifican el deterioro del plástico del muro. Foto: Ivonne Mantilla / ÚN

Jorge Muñoz y otros vecinos verifican el deterioro del plástico del muro. Foto: Ivonne Mantilla / ÚN

Redacción Quito
(I)

Solo un plástico cubre la montaña de tierra, donde moradores del sector de Chaguarquingo, entre las calles Chicán y pasaje Malacatos, en el sur de Quito, han construido sus casas y temen que un derrumbe los afecte. Son 50 familias que requieren la construcción de un muro.

A diario, niños y adultos caminan por el pasaje Malacatos que conecta a Chaguarquingo con el barrio La Forestal para tomar su bus de servicio urbano.

Sin embargo, se ponen en constante peligro, debido a la inseguridad que existe en este tramo por los pequeños deslizamientos de tierra que se producen cuando llueve. Adicionalmente, los moradores explican que los plásticos que cubren el muro se han convertido en nido de roedores.

Jorge Muñoz, propietario de una de las casas que se encuentra en peligro, comenta que ya son 43 años que vive en el sector. Recuerda con pesar que han sido varios años que se encuentra en trámites, junto a su madre de la tercera edad, solicitando a las autoridades que construyan un muro de cemento para brindar mayor seguridad a las casas, pero hasta el día de hoy sus pedidos no han sido atendidos.

“Hace unos cuatro años, nosotros estábamos dispuestos en construir el muro con nuestro dinero, pero solo hemos recibido negativas, incluso el plástico es autofinanciado, están esperando que pase una desgracia para escucharnos”, comentó Muñoz.

Los delincuentes utilizan los plásticos para esconderse y delinquir.