Moreno decreta el estado de excepción en Ecuador
El presidente Lenín Moreno decretó este 3 de octubre del 2019 el estado de excepción en el país para, según dijo, precautelar la seguridad ciudadana ante las protestas que ocurren después del anuncio de medidas económicas.
"Las medias que tomamos en conjunto están en firme, no existe posibilidad de cambiar, principalmente aquellas relacionadas con un subsidio perverso que estaba causando tanto daño al país", dijo Moreno en una transmisión en cadena nacional desde el Palacio de Carondelet.
En su corta intervención, Moreno anunció que con el fin de precautelar el orden, la tranquilidad y sobre todo la seguridad ciudadana, se decreta el estado de excepción a nivel nacional.
"Los derechos se exigen sin perjudicar a los que verdaderamente son fundamentales para el progreso del país", dijo Moreno y agregó existe una apertura al diálogo.
En principio la medida -que le permite restringir derechos como el de la libre circulación, emplear la fuerza armada para el control público o imponer la censura previa a la prensa- estará en vigor durante 60 días, según el Gobierno.
Al finalizar su discurso, Moreno señaló que "ha demostrado decisión y valentía para tomar decisiones", en referencia a que existe la 'impresión' de que no las toma.
Desde la mañana de este 3 de octubre, los transportistas pararon en varios puntos y universitarios salieron a las calles en Quito.
Las manifestaciones derivaron en algunos incidentes entre policías y personas que bloqueaban vías con neumáticos en llamas. Según la ministra de Gobierno, María Paula Romo, hay 19 detenidos.
AHORA | Declaraciones del presidente @Lenin Moreno sobre la coyuntura nacional.
— Comunicación Ecuador (@ComunicacionEc) October 3, 2019
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Prueba de resistencia
Este jueves también fueron suspendidas las clases en todo país. En Quito los buses y taxis dejaron de circular. Lo mismo sucedía en otras ciudades, en protesta por la liberación de precios de los combustibles, lo que significa el retiro de subsidios.
Hoy, 3 de octubre, el galón americano de diésel pasó de USD 1,03 a 2,30 y la de gasolina corriente de USD 1,85 a 2,40, por lo que organizaciones de indígenas y sindicales también prevén protestar contra el gobierno.
La medida es parte de reformas tributarias y laborales que el Ejecutivo impulsa en función del acuerdo con el FMI para conseguir créditos por USD 4 209 millones.
El sector del transporte demanda que se dejen sin efecto los aumentos o que haya compensaciones económicas.
El ministro responsable de esa área, José Martínez, señaló que se analiza ajustar “levemente” los pasajes de buses provinciales, mientras que la revisión de las tarifas urbanas corresponde a los municipios.
