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31 de julio de 2019 11:46

La morgue de Quito con nuevos equipos

Édison Revelo guarda muestras biológicas en los nuevos congeladores. Foto: Galo Paguay / ÚN

Édison Revelo guarda muestras biológicas en los nuevos congeladores. Foto: Galo Paguay / ÚN

Redacción Seguridad
(I)

Freddy Herrera se coloca el traje de bioseguridad, la mascarilla y los guantes de protección antes de entrar a la sala de necropsia de paredes turquesa y piso de baldosa. Atraviesa la nueva puerta de vidrio que se abre automáticamente.

Herrera es coordinador técnico del Servicio de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Quito y presentó los nuevos equipos para tratar a los cadáveres.

La sala de tanatología recibe diariamente de ocho a 10 cuerpos, cifra que puede elevarse a 15 los fines de semana. La mayoría son producto de muertes violentas o accidentes de tránsito.

Por eso se incorporaron otras cuatro cámaras de refrigeración con una capacidad de seis cadáveres por cada una.

Ahora, la médico forense Diana Álvarez dice que podrá ordenar a los cuerpos de mejor forma y de acuerdo con la causa de la muerte. Solo había tres cámaras.

Todo esto ayudará a la forense a distribuir 60 cadáveres que están ahora como NN y otros que acaban de llegar o están en proceso de identificación.

El general Gustavo Zárate, director de Medicina Legal, indica que antes había inconvenientes con el número de cuerpos que se almacenaban en las cámaras, porque solían sobrepasar su capacidad. “Se ubicaban en contenedores y eso no era lo correcto”.

Cuatro cámaras de refrigeración con una capacidad de seis cadáveres por cada una.  se incorporaron. Foto: Galo Paguay / ÚN

Cuatro cámaras de refrigeración con una capacidad de seis cadáveres por cada una. se incorporaron. Foto: Galo Paguay / ÚN

Las cuatro cámaras de refrigeración cuestan USD 175 000 y pueden controlarse a distancia con un celular. Herrera asegura que así se podrá corregir la temperatura o fallas eléctricas.

La sala de necropsia también tuvo un proceso de mantenimiento. El director dice que este espacio debe convertirse en una “sala de operaciones donde los disectores y médicos puedan darle un trato digno a los cadáveres”. Además, se habilitó un espacio para la recepción de indicios de muestras biológicas tomadas en las autopsias.

El sargento Edison Revelo se cubre el cuerpo con el traje de seguridad y organiza los frascos de sangre, tejidos y órganos. Los refrigeradores con los que trabaja pueden almacenar 1 600 restos biológicos.

Con la ventana que instalaron en la sala de necropsias, el sargento podrá agilizar el proceso de identificación y organización de las 15 muestras que le llegan diariamente por distintos fallecidos. Luego, estas serán entregadas a la Fiscalía para continuar con las investigaciones.

La readecuación de la morgue precautela la salud de los médicos legistas y funcionarios que trabajan en el lugar. Adicionalmente se evita que los olores fuertes de los cuerpos en descomposición afecten a los alrededores.

Más equipos. En los tres próximos meses recibirán un vehículo isotérmico para reforzar el traslado de cadáveres. Esto ayudará cuando existan varios muertos producto de un siniestro de gran magnitud.