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8 de diciembre de 2020 12:32

Jesusito tiene nuevas cachinas

María Luisa González muestra Niñitos con los trajes de Prosperidad, Salud y Graduación. Foto: cortesía

María Luisa González muestra Niñitos con los trajes de Prosperidad, Salud y Graduación. Foto: cortesía

Betty Beltrán. (I)

Son 40 nuevos modelos que el Niño Jesús lucirá esta Navidad, unos más lindos que otros y algunos de ellos inspirados en este tiempo de pandemia por el covid-19.

El primerito en la lista está el de la salud, luego el graduado y el próspero.
De ahí en adelante vienen otros modelos que, para esta edición 2020, se aspira tengan gran acogida porque se dejó volar la imaginación y la fe, dice María Luisa González, diseñadora de esos ajuares que se van volviendo tendencia en los locales del Centro Histórico de Quito.

Así lo cuentan sus propios clientes. Estelita Altamirano, del barrio San Marcos, es hincha del lugar y menciona que las cachinas para el Niñito que se venden en almacén Los Ángeles, ubicado en la calle Rocafuerte, son tan lindos que a los pocos días ya se ven en otros locales. En general, todos los locales que se dedican a vender las pintas para el Jesusito esperan cerrar bien este duro año.

La nueva temporada siempre comienza la primera semana de diciembre, y este año no fue la excepción, pues desde el pasado viernes ya se exhiben las nuevas prendas en las vitrinas. Es una costumbre que tiene desde el 2010, rememora María Luisa; en ese año comenzó a fabricar prendas diferentes a las clásicas que llevaba el Guagua: vestido y capa.

Dar ese paso le costó muchas noches sin dormir, “porque la gente está aferrada a la costumbre y le cuesta experimentar lo nuevo”, apunta. Pero se lanzó al río y le ha ido de maravilla. La pandemia la frenó un poco; sin embargo, desde octubre volvió a confeccionar nuevos diseños de cara a la Navidad.

La parada del Niño de la salud consiste en un traje de cirujano, más la mascarilla y el maletero donde van las pastillas. Mientras que, el del graduado lleva una batona, estola y birrete. Y el de la prosperidad tiene un traje amplio con cordón de oro y sandalias del mismo color, más una corona.

Como este año no se podrán hacer los pases del Niño también se hicieron trajes de fiesta, cuenta María Luisa; allí está el de Rey de Reyes, una vestimenta muy ceremonial, que incluye banda y corona.

Se suma el del Buen Maestro, de estilo árabe y con una frase bordada: “Señor mío, Dios mío. Mi refugio y salvación”. Los colores son del mediterráneo: café, crema, dorado… Y lleva un báculo.

El Niño Mayoral es otro traje para la fiesta, que se creó para la temporada 2020. La tradición oral dice que a los niños cuencanos hay que disfrazarlos con ese atuendo para, según los mayores, traer abundancia en las cosechas y que no falte el trabajo. Esa prenda va con bordados de uvas.

También se creó en una vestimenta para el Niño ‘compadrito’. Como hay muchas fiestas suspendidas y los priostes se quedaron con los churos hechos, María Luisa ideó esa parada que consta de una boina, camisa, chaqueta de paño, pantalón de paño y hasta zapatos de charol.

Todas esas prendas están en oferta desde los 15 centímetros hasta los de 45 centímetros.

Los precios de las prendas, en los locales del Centro, en general van desde 25 hasta 50 dólares. Son los mismos del año pasado.

Allá atienden mañana y tarde, feriados incluidos. El local de María Luisa, por ejemplo, está abierto de 08:00 a 18:00. Ella atenderá hasta el 31 de diciembre. En enero ya se verá, dice.

Hasta el momento, el traje que está causando furor es el de la prosperidad, “¿no ve que todos están hechos pedazos y deseamos que el Niño nos dé una mano?”, aspira María Luisa. La vecina Estelita considera que la prenda conmueve y hace que mantengamos la esperanza en esta Navidad, que está a la vuelta de la esquina.