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26 de diciembre de 2018 09:49

El Niño se vistió de verde olivo

El Niño Dios abrió el desfile desde la calle Loja, en donde se ubica la iglesia del Señor de la Justicia, en el sector de San Sebastián, centro Histórico de Quito. Foto:  Daniel Romero / ÚN

El Niño Dios abrió el desfile desde la calle Loja, en donde se ubica la iglesia del Señor de la Justicia, en el sector de San Sebastián, centro Histórico de Quito. Foto: Daniel Romero / ÚN

Daniel Romero

El Niño, aquella escultura que dicen fue hecha por el mismo Caspicara, estuvo vestido de policía. En las puertas de la iglesia de San Sebastián, ubicada en la Borrero y Loja (Centro), las comparsas se alistan para salir en la séptima edición del ya tradicional Pase del Niño del Centro.

La salida estuvo prevista para las 10:00 de este martes, 25 de diciembre del 2018, pero las comparsas empezaron 15 minutos tarde. Cada participante tomaba su lugar con rumbo hacia la calle Loja para el recorrido.

Con micrófono en mano, el padre José Fabián Camayo, párroco de San Sebastián, organizaba a los niños vestidos de ángeles, quienes eran el séquito del Niño. También armaba las comparsas de danzantes que, con su vestimenta, evocaban a los pueblos indígenas que se asientan en ese tradicional barrio.

Este año, el traje del Niño Dios varió. Su vestimenta no evocó tradiciones de alguna de las provincias del Ecuador. Este martes, a la figura le pusieron el traje verde olivo de la Policía Nacional.

¿El motivo? Los feligreses decidieron homenajear a uno de los priostes: Jaime Granda, un miembro de la institución policial.

En las comparsas participaron devotos que llevaban trajes de varias nacionalidades indígenas del Ecuador. Foto: Daniel Romero / ÚN

En las comparsas participaron devotos que llevaban trajes de varias nacionalidades indígenas del Ecuador. Foto: Daniel Romero / ÚN


La encargada de pasear al Niño, que solo sale en esta época del año, fue la hija de Granda, Celia. Por segundo año consecutivo, ella participó de esta procesión.

“Mi padre aún se esfuerza por llevar el uniforme así que este es su homenaje”.

Celia Granda se vistió de María. Por momentos, como para descansar, encargaba al guagua a una de las monjitas de la parroquia, Ana Arias, quien desde hace tres meses es parte de esa congregación. “Es una emoción grande participar; yo vine de Ambato aunque me crié en este barrio”, dijo.

El recorrido atravesó la Loja hasta llegar a la 24 de Mayo, de ahí tomó la Ambato hasta regresar a la Borrero. Cuatro calles del Centro que el Niño y su séquito recorrieron en poco más de una hora.

Camayo comentó que el Pase del Niño es la alegoría que se hace la mañana de Navidad para recordar el nacimiento del Niño Dios.

Este año, cerca de 300 personas participaron del evento católico, no solo aquellos que iban en las comparsas. Es que, mientras la peregrinación avanzaba por las calles de San Sebastián, los feligreses con sus figuras del Niño se sumaban a la caminata.

El festejo de la Navidad terminó con una eucaristía en la iglesia de la parroquia.