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7 de octubre de 2016 11:33

No todos están felices con el parque Navarro

En el parque Navarro se instalaron mesas, juegos infantiles, quioscos... Foto: ÚN

En el parque Navarro se instalaron mesas, juegos infantiles, quioscos... Foto: ÚN

Redacción Últimas Noticias

Se cumplieron 15 días de la inauguración de las obras en el parque Navarro, más conocido como ‘de las tripas’. Directivos y moradores del sector no andan conformes. “Nos doraron la píldora”, “queríamos un parque y nos dieron un patio de comidas”.

Esos son algunos de los reparos que recoge Rocío Bastidas, presidenta del Comité Promejoras de La Floresta y coordinadora de la Asamblea permanente de barrios del centro-oriente.

La dirigente recuerda que la recuperación del parque fue una obra gestionada por años. Finalmente, esta se concretó, pero, asegura, sin los requerimientos de los moradores. La contaminación del aire, congestión y basura siguen.

El primer pedido fue la reubicación de las ventas. Allí laboran 16 comerciantes. Además, la colocación de árboles grandes, una estación de bicicletas con unos 20 vehículos y espacio para eventos culturales.

La reubicación no se concretó y el resto no satisface a los moradores, comenta Elvira Zuleta, del Comité de Gestión Itchimbía-La Vicentina. Para ella, el Municipio debió destinar el espacio para la comunidad, donde se haga honor al personaje por el que lleva el nombre del historiador.

Las dirigentes cuestionan que habiendo establecimientos como los mercados de La Vicentina y La Floresta se insista en mantener las ventas en el parque.

Se ubicó la estación de bicicletas. Sin embargo, apuntan las dirigentes, son pocas. Piden también una campaña de desratización.

Bastidas dice que participaron en los procesos para el diseño del parque, que las autoridades, como la concejala Daniela Chacón, conocían las demandas.

Los comerciantes, por su lado, le apostaron a quedarse e hicieron una inversión en mobiliario, recibieron capacitación y se comprometieron a mantener limpio el lugar. Ellos llevan más de 20 años en el sector.

Chacón fue parte del proceso en el parque Navarro y habla de que siempre hubo comunicación con la comunidad. Reconoce que existieron quejas y personas que no estuvieron de acuerdo, pero las decisiones se tomaron en función de la mayoría. Cada elemento se colocó a partir de los resultados de los talleres que se realizaron en la Metro, a un costado del parque.

El Navarro, acota Chacón, es un espacio con identidad. La meta es que sea un “igualador” social y se trata de compartir los espacios públicos. Reconoce que las campanas para purificar el aire, de las chimeneas de los quioscos de las dos vendedoras de tripas están fallando, pero las están arreglando. La basura se recoge todos los días y se pondrá ojo en el tema de tránsito.