El Parque de las Tripas está más ordenadito
Un letrero con la palabra Quito se ha convertido en otro juego para que grandes y guaguas se diviertan en el parque José Gabriel Navarro.
¿Cuál?, se preguntará usted. Claro, es que en realidad es más conocido como el parque de La Floresta o De las Tripas, porque esa es una de las huecas más conocidas en Quito para pegarse una buena tripa mishki, empanadas, morocho, choclos, guatita.
El letrero está al lado de un gusanito metálico en el que los niños pasan felices subiendo y bajando. Ambas cosas son parte de las novedades que llegaron cuando el parque fue remodelado en el 2016.
Justo por esas épocas llegaron a vivir al barrio Natalie Narváez junto a su madre Lucía Galarza. Ahora Natalie tiene un bebé de nueve meses. Ayer estaban descansando en una banquita del parque y afirman que van a menudo porque se sienten bien en ese lugar.
Ellas consideran que tras la remodelación todo se ve más ordenado, más limpio y como hay más basureros, también ven que los comensales se han vuelto más respetuosos. El tránsito sigue siendo complejo porque hay ‘full’ visitantes que llegan hambrientos.
Lucía dice que antes se veía todo muy desordenado y faltaba iluminación, pero ahora es un espacio al que siempre quiere volver.
A Juan Carlos Quiranza le parece un lugar tranquilo y seguro. Es una de las razones por las que decidió ir a vivir cerquita con su esposa Maricela Cevallos y con su hijo Johan, de 9 años.
El mayor problema en esa zona es que va mucha gente en auto a comer, por lo que encontrar estacionamiento suele ser complicado. Hay que tener paciencia en la tarde y noche.
