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2 de octubre de 2018 09:40

Parto respetuoso y gratuito

Las camas de las salas de parto  permiten a las mujeres dar a luz acostadas, de cuclillas o sentadas.

Las camas de las salas de parto permiten a las mujeres dar a luz acostadas, de cuclillas o sentadas.

Ana Guerrero
(I)

Un parto digno y cálido. Este es el lema en cada alumbramiento en el Centro de Salud de San Antonio de Pichincha. Este no es el único en Quito donde se brinda el servicio de parto respetuoso o humanizado de forma gratuita, pero para muestra un botón. Además, están identificando y capacitando a parteras de la zona.

Nicole Charco, de 20 años, recibió la atención por parte de los profesionales de la casa de salud. Estuvo acompañada de su madre, Susana Taipe.

Con dos generaciones en el alumbramiento, se pudo comparar clarito el salto entre los partos de antaño y el humanizado.

Susana recordaba que en ninguno de los nacimientos de sus seis hijos estuvo acompañada por alguien cercano, no era parte de las reglas. En esta ocasión, ella no desamparó a su hija. Lo mismo ocurrió con el bebé: desde que nació no se separó de la progenitora.

Nicole optó por traer a su pequeño Esteban en cuclillas. Su madre, en cambio, había dado a luz acostada en una cama y con las piernas levantadas.

Esa libertad de elección de la posición para dar a luz es una característica del parto humanizado. De enero a agosto, en el Centro de San Antonio se han atendido 280 partos y el 90% de las madres escogió hacerlo sentada o en cuclillas.

Zoraima Brito, ginecóloga del establecimiento, explica que quizá no muchos conocen que el servicio está vigente y que es gratuito. A esto súmele que se hace un acompañamiento durante el embarazo, seis sesiones de preparación prenatal y toda madre sale con una ruta de planificación familiar.

Y en el parto, hasta la música puede elegir para recibir al bebé.

Andrea Narváez, quien tiene dos meses de embarazo de su segundo hijo, es una de las madres que se enteró del servicio luego de buscar varias opciones en el sector privado, a un costo de USD 3 000. Y ella debía encargarse de contactar al médico de su preferencia.

La mujer de 32 años llegó a casas de salud del sector público y ahora está en el proceso para definir en qué espacio alumbrará a su segundo hijo.

Susana, por su parte, ya le dio el visto bueno al Centro de San Antonio y resalta que, a la par, se rescatan tradiciones que ella escuchó de boca de sus abuelos: la posición para traer a los guaguas al mundo.

El doctor Luis Dueñas, administrador técnico, explica que, justamente, se está haciendo la identificación de las parteras de la zona y la capacitación respectiva.

Ya van seis mujeres en el proceso. Eso sí, deja claro el médico, no se trata de promover los partos en casa, sino que la partera pueda acompañar en el proceso a la madre y encaminarla a las casas de salud.

Y en caso de que alguien, mismo mismo, opte por quedarse en casa, se busca que las mujeres sean capaces de identificar factores de riesgo: dolor de cabeza, sangrado, visión borrosa, zumbido en los oídos. De ser así, de una deben encaminar a la madre al Centro.

En el caso de los centros de salud tipo C, como los de San Antonio, Guamaní, Chimbacalle, Comité del Pueblo y Las Casas, la atención es para partos de bajo riesgo. En caso de presentarse una complicación de última hora, hay una instancia más para referir: los hospitales. Por la ubicación, por ejemplo, de San Antonio la paciente iría al Hospital de Calderón.