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28 de junio de 2019 09:31

Piedras de Carondelet, al médico

El equipo de conservación del Instituto Nacional de Patrimonio tomó muestras. Foto: Cortesía INPC

El equipo de conservación del Instituto Nacional de Patrimonio tomó muestras. Foto: Cortesía INPC

Redacción Últimas Noticias
(I)

Las piedras que conforman el pretil del Palacio de Carondelet serán analizadas para determinar su estado de conservación.

La tarea está a cargo de cuatro técnicos de la Unidad de Laboratorio y Análisis del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) y cuatro estudiantes que pertenecen a la Universidad Yachay.

Todo ese despliegue tiene un único fin: estudiar los procesos de deterioro que presentan las piedras y morteros empleados en la construcción de la fachada principal de esta edificación patrimonial, la casa del presidente Lenín Moreno.

Martha Romero, jefe del equipo técnico, contó que de la inspección visual que se realizó hace una semana ya se identificaron algunas patologías: “arenización y desplacados”, además algunas piedras se muestran como ahuecadas.

Tras esa observación, los especialistas del INPC realizaron el registro fotográfico de alta resolución y la extracción de muestras que servirán para el análisis en el laboratorio de sus condiciones. Ahí verán con santo y seña qué cosas están afectando a las piedras de la fachada.

De toda la fachada se tomaron 48 muestras que serán analizadas en el laboratorio y con diversas técnicas. El diagnóstico del estado de conservación, contó Romero, se tendrá en tres meses.

Una vez obtenidos los resultados de la investigación, se hará una suerte de junta de químicos y restauradores para determinar los factores de deterioro que están actuando sobre el conjunto de piedras, debido a su sistema poroso, composición química y mineralógica, así como de factores externos: ambiente y acción humana (anteriores intervenciones).

Este trabajo se ejecuta por pedido de la Presidencia de la República, entidad que próximamente realizará la conservación de este espacio emblemático de la ciudad, por lo tanto es fundamental contar con las recomendaciones hechas por el INPC para posibilitar una conservación idónea.

La restauración podría darse a inicios del próximo año, en el sitio y sin desarmar la fachada. Esas piedras son antiquísimas, de ahí que dentro del estudio también se analizará de dónde vinieron, cuáles son las originales y cuáles las modificadas.

O sea, lo que se viene es un titánico estudio que lo realizará el equipo de ocho personas, más la historiadora que se integrará en las próximos días para completar el trabajo.