placeholder
Las Últimas
15 de diciembre de 2016 11:53

El Pobre Diablo, todo un ícono en Quito

Familiares de fundadores de El Pobre Diablo, en el sitio donde funcionaba. Foto: Betty Beltrán/ ÚN

Familiares de fundadores de El Pobre Diablo, en el sitio donde funcionaba. Foto: Betty Beltrán/ ÚN

Redacción Últimas Noticias

No hay discusión: El Pobre Diablo sigue siendo un lugar emblemático de Chimbacalle, sur de Quito. El nombre se acuñó por los años 20, cuando el tren estaba en apogeo.

Los familiares de quienes dieron nombre al lugar afirman que el origen se da en la segunda década del siglo pasado, en la esquina de las actuales Napo y Alpahuasi se levantó una picantería que se hizo famosa. Su propietario, Juan Francisco Montoya, la había bautizado como El Pobre Diablo.

Fátima Ati Montoya cuenta que su abuelito se fue a la conscripción y le gustó el nombre de un restaurante de Manabí, El Pobre Diablo. Cuando se casó con Dolores Montaquiza, decidió ponerse un restaurante con ese nombre.

El lugar cobró fama. Además, allí era la última parada del tren. Los viajeros saludaban con afán el momento de pasar por El Pobre Diablo. Y en la picantería de los esposos Montoya Montaquiza se encargaba la carga de todo viajero que venía de Los Chillos. Una pareja solidaria, que permitía a la gente humilde guardar sus productos que luego venderían en los mercados. Se encargaba hasta a los animales de carga.

Los comerciantes comían en la picantería. Había caldo de pata, de mondongo, de borrego.

Francisco Ati Montoya agrega que a raíz del fallecimiento de sus abuelitos (Francisco y Dolores), el restaurante quedó bajo la administración de su tía Sarita Montoya. En el 2000 se cerró definitivamente. En su lugar quedó una placa conmemorativa. Pero hace poco, el actual parque de la Napo y Alpahuasi fue bautizado como El Pobre Diablo.