El primer juicio en Ecuador fue por herencias

Corría el año de 1835 y en Picoazá, cantón manabita, se armó el alboroto por el asesinato de Pedro Rivas. Así que para reconstruir el delito el juez ordenó que se dibuje el cuchillo, a escala real, como evidencia del caso.

Este es uno de los documentos que reposan en el Archivo General de la Función Judicial, ubicado en las calles Beethoven E 1-197 y Pablo Casals (norte de Quito). Es el más grande del país y con un valor incalculable.

Allí también está el proceso judicial más antiguo del país. Es de 1776 y se refiere a una usurpación de tierras en Licto (Chimborazo). Resulta que un padre hizo la repartición de bienes entre sus hijos e indicó qué áreas eran para cada uno, pero surgieron problemas entre ellos y vino el litigio.

Estos casos forman parte de las 1 700 000 causas que resguarda el Archivo. Tiene una superficie de 3 948 m² y en toda el área hay alrededor de 128 millones de fojas de procesos judiciales desde 1700 hasta 2017.

Recobrar semejante memoria jurídica del país fue arduo porque, en el 2013 cuando empezó el rescate, los archivos estaban amarrados con sogas y con niveles altos de descomposición, rememora Andrés Segovia, secretario general del Consejo de la Judicatura.

Ni hablar de los fondos documentales con un valor histórico de Chimborazo, Azuay, Loja y Manabí. Así que se activó un proceso de restauración y conservación urgente.

Cada documento tiene una historia. Una causa de 1933 trata del ‘secuestro’ de dos cerdos, en Guano (Chimborazo). Todo porque el dueño de los animales firmó un pagaré por 20 centavos y como no pudo cancelar la deuda, le embargaron los animales.

Esta es una foja del juicio en el cual el juez pidió que se dibujara el cuchillo con el que se cometió un crimen, en 1835.

Tania Paucar, técnica del Archivo, muestra otro documento valiosísimo. Fue registrado en 1831, en Loja; se refiere a la herencia de José Benigno de Carrión, abuelo de Benjamín Carrión, y cómo se repartió el predio junto con los esclavos. Se lee: “La negra María vieja en 25 pesos”. Y dice más: “Agapito negro colorado en 160 pesos”.

Tras la intervención, todos los documentos de procesos judiciales están protegidos en cajas especiales y ubicadas en estanterías de 2,20 m. Las cajas, debidamente rotuladas, no pesan más de 7 kilos.

Con ello, reitera Segovia, se fortaleció el sistema de archivos de la institución y se consolidó un servicio ciudadano. Desde el 2014 se atendieron 86 000 requerimientos ciudadanos.

No tiene ningún costo y el servicio es flash. Si el cuerpo del caso tiene menos de 100 hojas, en 40 minutos le entregarán la copia certificada. Si es más de un cuerpo, el pedido se dará a la tarde; si son más de 10 cuerpos ahí sí le toca aguantar hasta el día siguiente.

Hay causas pasivas desde 1830 hasta el 2016, y son de carácter civil, penal, familia, mujer y adolescencia, contravenciones… Las causas más solicitadas: divorcios y homónimos.

El proceso de digitalización es el siguiente paso. Y descifrar el contenido de aquellos documentos valiosos que están llenos de sellos de diversos tipos y sus hojas con marcas solo visibles a trasluz.