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10 de octubre de 2019 17:08

Momentos clave de la crisis que vive el país

Integrantes de la marcha indígena se reunieron este 10 de octubre del 2019 en el Ágora Casa de la Cultura de Quito. Foto: Eduardo Terán / ÚN

Integrantes de la marcha indígena se reunieron este 10 de octubre del 2019 en el Ágora Casa de la Cultura de Quito. Foto: Eduardo Terán / ÚN

Agencia AFP

Durante una semana, Ecuador se ha visto sacudido por masivas movilizaciones contra un alza de los precios del combustible, que ha dejado muertos y heridos y ha llevado al país a suspender la distribución de dos tercios de su producción petrolera.

Alza del combustible

El 1 de octubre, el presidente Lenín Moreno, anunció que dejará de subsidiar los combustibles más utilizados en virtud de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que proporciona USD 4 200 millones en ayuda para reformas.

El mismo día, Ecuador anuncia que quiere abandonar la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en enero del 2020, debido a sus dificultades financieras.

Manifestaciones 

El 3 de octubre, las manifestaciones contra la entrada en vigor de las nuevas tarifas (con alzas de hasta 123%) degeneraron en enfrentamientos con la policía y causaron unos 30 heridos. El Presidente decreta el estado de excepción durante 60 días. Las escuelas, colegios y centros de educación superior permanecen cerradas.

Las manifestaciones continúan al día siguiente. Varios cientos de personas han sido arrestadas, según el Gobierno, que reporta 59 policías heridos.

El 5 de octubre, las vías son bloqueadas por campesinos e indígenas.

Movilización de indígenas 

El 6 de octubre, el gobierno anunció la muerte de un hombre que fue golpeado por un vehículo durante una manifestación en Azuay.

Los bloqueos de carreteras y las protestas continúan en aproximadamente 10 de las 24 provincias.

La Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) anuncia, a su vez, un estado de emergencia en los territorios indígenas, amenazando con retener a los militares y policías que se acercan.

Petróleo afectado 

El 7 de octubre, miles de nativos y campesinos se reúnen cerca de la Asamblea. Los incidentes estallan con la policía cerca de la sede del gobierno.

Los manifestantes ocupan pozos petroleros en la Amazonía, obligando a las autoridades a suspender sus actividades allí y a reducir la producción nacional de petróleo crudo en un 12%.

El Ejecutivo se traslada a la ciudad de Guayaquil.

Lenín Moreno acusa a su homólogo venezolano Nicolás Maduro, y su predecesor, Rafael Correa, de haber “activado” un “plan de desestabilización”.

Las autoridades identifican bloqueos de carreteras en 19 provincias.

Toque de queda

El 8 de octubre, Moreno ordena un toque de queda nocturno en los órganos de poder después de los disturbios en Quito, cuando los manifestantes invadieron brevemente la Asamblea.

Las protestas redujeron en un tercio la producción de crudo del día.

Rafael Correa, en el exilio, niega cualquier intento de golpe y exige elecciones anticipadas.

Siete países latinoamericanos envían su “fuerte apoyo” al presidente Moreno. La Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea, Estados Unidos y España hacen un llamado al diálogo. La ONU y la Iglesia Católica ofrecen mediación.

Manifestación masiva 

El miércoles 9 de octubre, indígenas, sindicatos, colectivos, estudiantes, se manifiestan en Quito y otras ciudades del país contra las medidas económicas anuncias por Moreno. 

El Mandatario regresa brevemente a la capital para intentar un diálogo.

Debido a los disturbios, las autoridades cierran el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano, paralizando el 68% de la producción de petróleo.

Llamado a la radicalización 


Este jueves 10 de octubre, la Conaie, rechaza el diálogo con el gobierno y llama a la “radicalización de las acciones”.

En Quito, manifestantes indígenas anuncian la detención de ocho policías.

Un nuevo balance de la Defensoría del Pueblo informa que cinco civiles murieron desde el comienzo de las manifestaciones, incluido un líder indígena.