USD 2 450 millones en sobreprecio en cinco proyectos
Enojado se le vio al presidente Lenín Moreno en la cadena nacional de anoche (3 de enero del 2019). No era para menos: según contó, 2 450 millones de dólares se pagaron en exceso en cinco proyectos de los llamados emblemáticos del anterior gobierno.
¿De dónde sale semejante cifra? Pues, nada menos, que de un informe de las Naciones Unidas, institución con la que el Gobierno firmó un convenio para investigar posibles casos de corrupción.
A Moreno le llegó la evaluación técnica de cinco proyectos petroleros. Y los resultados casi le hacen caerse como Condorito. Tan feo está el asunto que Lenín mandará completitos esos informes a la Fiscalía y a la Contraloría para que se comidan en dar con los responsables.
Esos cinco proyectos son las refinerías de Esmeraldas y la del Pacífico; la terminal marítima de gas de Monteverde; el poliducto Pascuales-Cuenca y la planta de gas natural Bajo Alto, en El Oro.
Los informes cuentan estas perlas. La rehabilitación de la Refinería de Esmeraldas costó USD 2 230 millones, cuando su presupuesto inicial fue de USD 754 millones. Encima, contó el Presidente, “el 99% de la inversión se contrató a dedo y solo el 1% por concurso”. Pero lo peor es que ¡la refinería no se arregló!
Lo de la Refinería del Pacífico, la del Aromo como también se la llama, también es para matar de iras. En terrenos, vías, campamentos y construcción de algunas obras relacionadas hubo un sobreprecio de 23%, según el informe de la ONU. Se destinaron nada menos que 1 500 millones de dólares y todavía no hay nada de la refinería.
Esa platita está sin producir nada porque, además, hay un conflicto con la petrolera venezolana Pdvsa, socia del proyecto. Por cierto, como hace notar El Comercio hoy, los directivos de esa empresa están vinculados al pago de coimas de Odebrecht, firma que realizó las pocas obras.
Hay más: el poliducto Pascuales Cuenca pasó de USD 250 millones a 623 millones. Este proyecto, construido también por Odebrecht, está en estado crítico por errores de ingeniería; hay riesgo de fuga de gas por colapso de tuberías. Y no hay informes de la fiscalizadora sobre esas fallas, lo que sí hay es un pago en exceso de siete millones a esa fiscalizadora.
Y esto no acaba: la terminal marítima Monteverde (para producir gas), ubicada en Santa Elena y construida por la china Shi-Asia & Asociados, duplicó su precio inicial. De 210 millones pasó a 371 millones. Los pilotes que soportan el puente de acceso, fijados en el mar, no tienen protección contra la corrosión. Para proteger esta estructura se requieren USD 21 millones más. ¡Plop!
Para rematar, está el caso de la planta de gas de Bajo Alto, en El Oro. Costó 76 millones de dólares, lo cual significa, según el informe, un sobreprecio de 36 millones. Pero, para ripley, solo puede funcionar al 50% de su capacidad de diseño.
Moreno pidió a las autoridades judiciales que se conduelan de estas cosas y den con los responsables. Y a la Asamblea le pidió que se afane en aprobar la Ley Anticorrupción para recuperar los fondos robados y dar sanciones ejemplares a los uñilargos. No lo dijo así pero poco le faltó.
