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28 de julio de 2021 17:18

El Edén está harto de la inseguridad

Los moradores en uno de sus patrullajes nocturnos, en el barrio Edén del Valle, etapa tres. Foto: Cortesía de Fernando Loachamín

Los moradores en uno de sus patrullajes nocturnos, en el barrio Edén del Valle, etapa tres. Foto: Cortesía de Fernando Loachamín

Betty Beltrán

Ni uno ni dos asaltos a mano armada, fueron cinco en una sola semana y en una sola calle del barrio Edén del Valle (etapa tres). Por eso, un grupo de vecinos se organizó para rondar las esquinas de este sector, ubicado a un costado del peaje de la Autopista General Rumiñahui.

Desde hace más de 15 días, cada noche, una brigada conformada por cinco personas sale a ‘patrullar las calles’ en dos grupos, poniendo énfasis en la calle Vinicio Angulo, pues allí se ha cometido la mayor cantidad de robos.

Fernando Loachamín, líder de la iniciativa, cuenta que los voluntarios salen entre las 19:00 y 22:00, caminan por las calles con sus chalecos reflectores y sus infaltables silbatos. Con ese instrumento tienen la consigna de alertar a la comunidad de algún movimiento fuera de lo común.

Cuando se divisan motos con dos conductores es cuando salta la alerta, porque es la forma en que suelen movilizarse los asaltantes, según la denuncia de las víctimas de los robos. De eso ya tiene constancia la Policía Nacional.

Estos problemas no son de ahora, pero de un tiempo a esta parte son más recurrente, anota Luis Trujillo, vecino de la esquina Luis Hernández y Germán Pitiur. Por eso hay miedo en todo el sector, tanto que hasta él se llena de temor cuando oye el ruido de una moto y corre a la vía principal donde hay más gente.

Siempre están alertas los moradores de las calles Vinicio Angulo, Luis Hernández, Edison Mendoza, Milton Patiño, Germán Pitiur, Carlos Yuqui y José Urquizo. Todos forman parte de las rondas nocturnas.

Más adelante, con el ejemplo de estos vecinos, esperan que se sume la comunidad de los barrios aledaños: Edén del Valle etapa uno, dos, cuatro y cinco.

También se aspira, agrega Loachamín, la instalación de una alarma comunitaria y la construcción de una UPC en un terreno vacío que no tiene ninguna utilidad y se ubica al final de la calle Luis Hernández.

Trujillo tiene su casa frente a ese terreno y dice que cuando va gente a beber y hacer bulla en dicho terreno, su esposa se encarga de llamar a la Policía para que desaloje el lugar y se evite algún grave inconveniente.

Esta iniciativa de rondar las esquinas cuenta con la participación de la Policía, pues en algunas ocasiones los patrulleros les hacen corte de honor y acompañan durante las vigilias.

Y para que los vecinos se empoderen de la necesidad de accionar antes que reaccionar, acota Loachamín, el viernes se realizó una nueva marcha por las principales calles del sector.

También se impartió una charla de seguridad y se efectuó la activación de los botones de pánico en los celulares de los moradores, por parte de la Policía.
Una estrategia más: cuando los vecinos llegan tarde, el grupo de vigilantes baja hasta la Autopista para darles el encuentro y llevarlos a casa de la manito y que así lleguen sin novedad.