Una zona de miedo en la 10 y República
Ya no saben qué hacer para frenar el peligro que, día y noche, viven los comerciantes y los vecinos que están en un tramo de la 10 de Agosto, a la altura de La República. Todo a causa de la delincuencia.
Sandra Garzón, propietaria de un negocio de artículos de construcción, afirmó que esa inseguridad la viven desde que se cerró, el pasado mayo, la parada del Trole La Carolina.
En esos andenes abandonados los “amigos de lo ajeno meten el miedo”, asegura la vecindad.
Por eso, sostuvo Garzón, las ventas de los negocios bajaron, tanto que algunos locales cerraron. Y otros, los 10 que quedaron, venden con las justas.
Maruja Tipán, dueña de una tienda, aseguró que “antes vendía 100 panes al día, hoy solo 30”. Y para no exponerse, cierra el negocio antes de las 18:00; antes lo hacía a las 22:00.
Como había el Trole “uno estaba con seguridad y ahora estamos con el corazón en la boca”, reiteró Tipán.
Lo mismo dijo Garzón: “Los guardias del Trole eran un apoyo y ahuyentaban a los ladrones, hoy hacen de las suyas a más no poder. Incluso se meten en los locales y se llevan todo”.
Ante este lío, los afectados se han organizado y han tomado contacto con las autoridades municipales para pedirles que reactiven a la parada. Ahora solo esperan una respuesta favorable; y ruegan por aquello.
Fuera. Las estaciones de La Carolina, en ambos sentidos, no fue parte de la renovación de las paradas del trole y salieron de operación; solo quedaron habilitados los andenes El Florón y Estadio.
