La Toca de Asís ahora lleva la ayuda a la calle
En medio de la pandemia, los hermanos de la Toca de Asís adaptaron sus dinámicas para no parar de ayudar a quienes más lo necesitan. La colaboración de la comunidad es vital.
Pasaron de recibir a personas en la casa de El Tejar a lanzarse al ruedo y, tres veces por semana, entregar alimentos en distintos puntos de Quito. Van a La Alameda, a El Ejido, a la parte posterior del Colegio Mejía, entre otros sitios.
Lunes y viernes, la jornada es diurna; y miércoles, nocturna. En cada ocasión salen con 150 tarrinas, con el menú del día, más unos 30 refrigerios, por cualquier eventualidad. Como las personas ya saben que la ayuda llega, comparte el hermano Isaías María de los Santos Serafines, guardián de la casa de la Toca de Asís, muchas veces les esperan hasta formados.
Cuando empezó la emergencia, por un mes los cuatro hermanos de la Toca y uno que se encuentra en formación pararon las jornadas solidarias.
En mayo las retomaron, en la Casa de la agrupación religiosa, pero la gente empezó a aglomerarse y se dieron cuenta que no resultaba muy seguro. Optaron por la entrega en calle. Claro que si alguien requiere bañarse y cambiarse de ropa, le dan el chance de ir a la Casa.
El hermano cuenta que con la pandemia la demanda creció. Atienden principalmente a personas en situación de calle, pero han comenzado a recibir a otras que buscan víveres para sus familias. Ellos no cuentan con esas ayudas.
De ahí, la importancia de que la comunidad que tenga las posibilidades done alimentos, tanto para preparar los refrigerios como para impulsar esa segunda modalidad solidaria.
Quienes se animen a colaborar pueden acudir a la Toca de Asís, en la calle El Retiro, entre la iglesia y el cementerio de El Tejar. Lo pueden hacer de lunes a viernes, de 09:00 a 15:00.
Reciben ayuda del Ministerio de Inclusión, que la encamina para contar
con psicólogos y trabajadores sociales.
