placeholder
Las Últimas
3 de septiembre de 2019 09:27

21 días de miedo en los Llanganates

Carlos Paucar (chompa naranja) junto a Paúl Quinteros, al llegar a Ambato. Foto: Glenda Giacometti / ÚN

Carlos Paucar (chompa naranja) junto a Paúl Quinteros, al llegar a Ambato. Foto: Glenda Giacometti / ÚN

Fabián Maisanche
(I)

Paúl Quinteros y Carlos Paucar tenían previsto recorrer el Parque Nacional Llanganates en 15 días, pero se perdieron.

Las constantes lluvias, la espesa vegetación y los pronunciados barrancos les impidieron continuar con su travesía.

Los montañistas, del cantón Píllaro, permanecieron 21 días en la reserva, que ocupa zonas de Cotopaxi, Tungurahua y Napo.

Soldados de la Brigada de Selva Pastaza, con el apoyo de un helicóptero del Escuadrón de Búsqueda y Rescate del Ejército, los sacaron del área protegida ayer, 2 de septiembre del 2019. Hubo que improvisar una pista de aterrizaje en las rocas de las riberas del río El Golpe para rescatarlos y llevarlos al ­aeropuerto Río Amazonas, en Pastaza.

Médicos del Ministerio de Salud chequearon a los expedicionarios y luego fueron trasladados al ECU 911 Ambato. Los aventureros fueron recibidos por sus esposas, hijos, familiares y amigos con globos y carteles. “Gracias por rescatarnos”, dijo Quinteros.

Carlos Paucar (chompa naranja) junto a Paúl Quinteros, al llegar a Ambato. Foto: Glenda Giacometti / ÚN

Foto: Glenda Giacometti / ÚN

En la central de emergencia de Ambato contaron que la travesía se inició el lunes 12 de agosto. Salieron de Pisayambo, cantón Píllaro, rumbo a la laguna Azul, en Napo.

En sus maletas llevaron alimentos, suero en polvo, ropa, cuerdas, linternas, fosforeras, fundas plásticas, carpas... Los viajeros caminaron 72 km por Pisayambo, Yanacocha, El Golpe, Parcayaku y San José hasta el río Mulatos.

Un espeso bosque impidió que continuaran su travesía hasta el río Jatunyaku, para llegar a la laguna Azul. Los jóvenes contaron que atravesaron una parte de la zona agreste con la ayuda de machetes, pero la espesa neblina, lluvia y los barrancos les obligaron a descender la montaña.

El viaje siguió por la ribera del río Mulatos, abriéndose camino con machete. “Intentamos cruzar una roca grande, pero Carlos se resbaló y casi se lo lleva la corriente. Amarré mi cuerda a un árbol para rescatarlo”, contó Quinteros.

Paucar desistió de seguir hasta la laguna por las lesiones en las plantas de los pies y un corte con el machete en una de sus manos.

Al séptimo día del viaje decidieron retornar por los caminos que abrieron. “La montaña es caprichosa y no nos permitió salir a pesar de que dejamos marcas en los árboles. Nos perdimos y caminamos por el filo del río hasta llegar a otro lugar. Nos desorientamos. Fue un error no llevar GPS”, señaló Quinteros.

Los hombres caminaron varios días por las montañas y montaron campamentos para pasar la noche. Cuando se les terminaron las provisiones, pescaron truchas. En un día atraparon 25 y las prepararon de diferentes maneras: asadas, fritas, en sopa...

“Al décimo día ya se nos terminó la comida. Mi compañero ya no avanzaba, nos renegamos porque ya no quería seguir. Él me decía ‘Negro, sigue y déjame aquí’, pero no lo hice”, contó Quinteros.

Para que desde los helicópteros de la Policía y del Ejército pudieran verlos improvisaron fogatas y ubicaron prendas en la parte alta de los árboles. Las lluvias impedían que el humo fuera visible. La tarde del domingo 1 de septiembre fueron localizados tras 14 horas de búsqueda de las aeronaves.

La chompa de color naranja de Carlos permitió identificarlos en la montaña. Un grupo de soldados descendió en la zona y permaneció con ellos hasta que fueron evacuados ayer, 2 de septiembre.