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24 de abril de 2017 12:06

¿Reubicación del trabajo sexual a los molinos de El Censo?

La reunión para definir su postura se dio el sábado en la casa comunal de Luluncoto, en el sur. Foto: Alfredo Lagla / ÚN

La reunión para definir su postura se dio el sábado en la casa comunal de Luluncoto, en el sur. Foto: Alfredo Lagla / ÚN

Daniel Romero


Los dirigentes de 10 barrios del centro-sur de Quito no quieren saber nada de una posible reubicación del trabajo sexual a los molinos de El Censo.

La tarde del sábado 23 de abril del 2017, en la casa comunal de Luluncoto, unas 30 personas se reunieron para discutir su posición frente al anuncio del Municipio sobre un proyecto de relocalización del trabajo sexual que, actualmente, hay en el Centro Histórico.

A la cita llegaron representantes de Luluncoto, La Vicentina, Loma Grande, San Sebastián, La México, Chimbacalle, La Colina, Recoleta, San Pablo y Aranjuez.
Tras dos horas de reunión la posición fue clara: no permitir la ubicación de las trabajadoras sexuales en los molino El Censo.

A estos vecinos les preocupa la inseguridad que podría generarse con la habilitación de un espacio de tolerancia. Por esto organizaron esa reunión, después de que el miércoles pasado varios dirigentes de los barrios del Centro fueran llamados por la Secretaría de Seguridad del Municipio para comentarles sobre la posibilidad de ese traslado.

Pero, ¿qué es lo que genera resistencia? Por ejemplo, para Patricio Tamayo, del barrio La Vicentina, la presencia de lugares de tolerancia atrae la violencia y la inseguridad. Por esto dio su voto en contra de aceptar la propuesta.

No fue el único que animó a la gente a votar en contra por este motivo. Para Margarita Candonga, de Aranjuez (en Luluncoto), por ejemplo, no se han solucionado los problemas de inseguridad que existen. “Aquí, en los puentes peatonales nos roban. Eso no han solucionado y ahora quieren poner un espacio de tolerancia cerca a barrios residenciales”. dijo.

La primera resolución que salió de la reunión es presentar un oficio a la Secretaría de Seguridad expresando su posición en contra del proyecto. Los representantes de estos barrios prevén reunirse la tarde de hoy con las autoridades del Municipio.

Según Marco Rubio, representante de La Loma, su posición no significa que se opongan al trabajo sexual. “Este tipo de proyectos no deben ser pensados para ubicarlos en los barrios vivos”, dijo.

Por el momento están los 10 barrios involucrados en las conversaciones con el Municipio. Una vez que el proyecto se conozca más a fondo, Rubio prevé que habrá más barrios que se junten a esta oposición al proyecto.

El oficio será una de las primeras acciones en torno a este tema. Estos vecinos acordaron mantenerse juntos para evitar que haya un traslado a El Censo.