Si le roban la bici, denuncie...
Tras una investigación y seguimientos realizados por los agentes, la Policía detuvo a una organización delictiva dedicada al robo de bicicletas.
La aprehensión se produjo en Quito. En el lugar de la captura se hallaron cinco bicicletas.
La semana pasada, un grupo de ciclistas realizó un plantón en Quito y pidió a las autoridades que refuercen las seguridades.
“Los robos han ido en incremento y con la pandemia más ciudadanos se han volcado a movilizarse en bicicleta. No es un pedido solo de los ciclistas, sino de la población en general”, dijo Juan Francisco Aguirre, involucrado integrante de los colectivos de deportistas.
Tras la detención de los sospechosos, los agentes también publicaron las fotografías de los bienes. “Somos los propietarios de las bicicletas. Estamos haciendo los trámites pertinentes para recuperar las mismas”, dijo un usuario.
“Asegúrense de poner la denuncia para que los guarden un buen tiempo en la sombra”, señaló otro.
Las autoridades rastrean a las bandas que operan en el país y recaba cifras generales. En Quito, los agentes registran 130 robos de bicicletas en lo que va del año.
Las pesquisas determinan que hoy las bandas apuntan a bicicletas de alta gama: fabricadas con fibra de carbono, doble suspensión o suspensión de aire, frenos de alta calidad o asientos que se pueden retirar.
En el mercado legal cuestan entre USD 3 000 y USD 9 000. Pero las redes delictivas las venden a mitad de precio, tras ofrecerlos en las cachinerías y por medio de internet. Por eso, los agentes advierten que detrás de todos los hechos están “organizaciones delictivas especializadas”.
Varias fotografías de bicicletas robadas circulan en chats y redes sociales. Allí, los dueños detallan en qué lugar se perpetró el asalto, la fecha y los números de contacto. En unos casos incluso se ofrecen recompensas. En Facebook y WhatsApp, los afectados también relatan cómo fueron robados.
En esta última, existe un grupo llamado Bicicletas Robadas. Ahí los afectados publican fotos y hasta ofrecen recompensas a quien haya visto su caballo de dos ruedas. También hay relatos escalofriantes de los robos, que incluyen insultos e incluso amenazas con armas blancas y de fuego.
