placeholder
Las Últimas
7 de julio de 2021 19:20

Robos que ya se hacen de ganita...

La instalación de nuevos sumideros representa un trabajo extra para los funcionarios de la Epmaps. Foto: cortesía Epmaps

La instalación de nuevos sumideros representa un trabajo extra para los funcionarios de la Epmaps. Foto: cortesía Epmaps

Betty Beltrán

El robo de rejillas de sumideros y tapas de pozos de alcantarillado no se detiene en Quito, y tampoco el de medidores de agua. Por eso, la Epmaps presentó una denuncia para frenar esa caída y limpia de los amigos de lo ajeno.

Aquello se agudizó a inicios del 2021, por eso las autoridades unieron esfuerzos con la comunidad para identificar a los delincuentes y coordinaron con las fundidoras para realizar visitas aleatorias a recicladores y determinar quiénes compran este tipo de material, contó Luis Collahuazo, gerente de Operaciones.

Aquellos dos pasos fueron urgentes porque en todo el Distrito, en lo que va del año, hay 1 694 accesorios del sistema de alcantarilla faltantes. Y los sectores más críticos registrados: Andalucía, Eloy Alfaro, Quito Tenis, González Suárez, Ajaví, Mariscal Sucre, Calderón, La Floresta, Batán Bajo, La Mena, Guamaní, entre otros.

Como hay tanto faltante, la empresa adquirió 1 000 elementos para sustituirlos de inmediato, sobre todo en las avenidas grandes que están sin rejillas de sumideros de 50 por 36 centímetros. El trabajo arrancó ayer, 6 de julio del 2021, y progresivamente se repondrán todos.

Cada elemento de hierro ductil, comentó el funcionario, cuesta USD 156; hace cuatro años se dejó de usar el de hierro fundido que se compraba en USD 80 y era apetecido por los amigos de los ajeno. De los 94 000 sumideros que hay en la actualidad el 30% es de este nuevo material.

Aún así se siguen sustrayendo los de nueva tecnología porque, como señaló Marco Albuja, vecino del barrio La Mena, “los choros no se dan cuenta que ese material no podrán fundirlo para venderlo a huevo”.

Collahuazo dijo más: “como todos tienen un mismo color, estos malos ciudadanos se cargan todo sin saber que al final ese hierro ductil no lo podrá fundirlo menos comercializar”.

Como si eso no fuera suficiente, los ladrones también se están llevando los medidores de agua, pese a que el 99% de los 650 000 que existen son de plástico y no tiene ninguna utilidad.

En lo que va del 2021 ya se han sustraído 2 846 elementos, un 80% más que el año pasado. Aquello ocurre principalmente en el sur de Quito, apuntó Armando Cifuentes, gerente comercial de la Epmaps.

Agregó que esos robos no tienen ningún sentido, porque cada uno de los medidores tiene un registro único y está catastrado por la empresa. Y no pueden funcionar en otra casa, por eso hizo un llamado a la ciudadanía para que no compre esos aparatos.

Siendo así, ¿por qué hay tanto robo de medidores? Para estafar al incauto, añadió Cifuentes, pues ni siquiera se puede sacar algún metal, como antes con los medidores de bronce.

El medidor cuesta USD 33,23 y se divide en tres cuotas en la planilla. Y los choros lo venden entre 5 y 10. O sea, una estafa a todas luces para la ciudadanía y para la empresa.